Un youtuber ha transformado una Yamaha R6 en el biciclo más rápido del mundo, y es el nuevo orgullo de los británicos

Un youtuber ha transformado una Yamaha R6 en el biciclo más rápido del mundo, y es el nuevo orgullo de los británicos
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La Yamaha R6 es un mito viviente. Aunque ya no se fabrica, todavía quedan muchas en gran estado, y son un rara avis. Sin embargo, hay quienes se atreven a literalmente lo imposible, como convertirla en una 'Penny Farthing'. O en castellano, un biciclo.

Sí, resulta que alguien con demasiado tiempo libre ha transformado una preciosa e impoluta Yamaha R6 en un biciclo con una rueda delantera de casi 200 kilos, que es prácticamente el peso total de la moto con una rueda normal. Y contra todo pronóstico, anda.

Objetivo: llegar a los 35 km/h con una Yamaha R6

Es difícil que en una Yamaha R6 otra cosa llame la atención que no sea la propia moto; pero en este caso, una enorme llanta de 165 kilos domina toda la escena. ¿La idea? De un 'youtuber' con demasiado tiempo libre cuyo objetivo es superar el récord de 35 km/h de un biciclo.

En realidad, no es solo la llanta frontal. Es un conjunto que combina un basculante trasero macizo con unos estabilizadores. Y aunque una 'Penny Farthing' original tiene pedales, obviamente, la R6 no: "¡Blasfemia!", dice el youtuber.

Esta bestia pesa un total de 550 kilos, y está hecha con restos de materiales que tenía "tirado por ahí" en el jardín de casa. Evidentemente, ha habido problemas, y no pocos. Por ejemplo, el freno trasero le dejó de funcionar, o la dirección no funcionaba: "Un milagro", define.

Al final, acabó poniendo un sistema de suspensión de un coche de carreras. Pero ni con esas llegó a funcionar: "Aceleras, el basculante trasero se levanta, y pierdes toda la estabilidad. Es como un botón suicida con pasos extra", dice el hombre.

Atención, spoiler: después de todos los esfuerzos hechos, consigue echar a andar la moto, pero los resultados no son los esperados. "Es poco práctica, pero dime que no es brutalmente genial", sentencia el youtuber, que no logra pasar de los 35 km/h con la ridícula moto. Pero al menos es el nuevo orgullo de los británicos.

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