
Hay veces que lo raro parece montar en moto. Y nunca más lejos de la realidad cuando llevas décadas al volante de un coche. El ejemplo más claro es el de Sébastien Loeb. Nueve mundiales del World Rally Car (WRC) son muchos. Así que ahora le ha dado por cambiar el volante por el manillar.
Y menudo manillar. Loeb se ha subido a una Yamaha R1 GYTR. Es la moto más bestia del catálogo de Yamaha. Casi como una moto del Mundial de Superbikes, pero accesible a 'todos'. A todos aquellos que tengan la solvencia de gastarse 28.299 euros.
¡215 CV para 172 kilos! La Yamaha más bestia la ha montado Loeb
Hay personajes en el mundo del 'motorsport' que le profesan profundo amor a las motos, pero que pocos conocen. Sébastian Loeb es uno de ellos. Sin embargo, como siempre los hemos visto en un asiento agarrados a un volante, lo otro queda lejos. Pero de hecho, Loeb empezó en el mundo de las carreras precisamente con las motos.
Quien dice motos dice ciclomotores: "Mis primeras carreras fueron sobre dos ruedas en carreras de ciclomotores", dijo el francés al canal TF1+. Su pasión es tal que dice que, de no haberse metido en los rallies, las motos hubiesen sido su principal alternativa: "Si en lugar de encontrarme con el rally me hubiese topado con un campeonato para motos, igual me habría metido en eso".
Vistos los prolegómenos, a Loeb le ha dejado Yamaha una de sus bestias incontestables, una Yamaha R1 GYTR. Pero está preparada por el equipo de Superbikes. Por si no la conocías, ahí van unos cuantos datos: cuatro cilindros, 215 CV a 13.500 vueltas, 113.68 Nm de par motor a 11.500 rpm, cerca de 170 kilos y alarido de crossplane. Sí, a Loeb también se le pusieron los pelos de punta.
Ahí que se subió el francés. Y hay vídeo. Loeb, que ya había montado previamente en moto, no tardó en adaptarse a la moto japonesa. Intercomuncador en el casco y un monitor junto a él, no tardó en empezar a descolgarse y tocar rodilla sobre la moto nipona en el trazado Paul Ricard, el que durante años fue considerado el circuito más seguro de su época.
¿Y cuáles fueron las impresiones del propio Loeb al bajarse de la moto? Además de una sonrisa de oreja a oreja, dijo: "Es más cansado que ir en coche. La gran diferencia es que en el coche, cuando deslizas y pasas el límite, sabes que en la siguiente vuelta puedes ajustar. Aquí, si pierdes el control del tren delantero, la siguiente vuelta será mucho más tarde... O puede que no llegue".
¿Alguien se ha dado cuenta de la moto que aparece en el segundo 30 del vídeo? Parece, ni más ni menos, que una Honda VFR 750R, más conocida por su código interno RC30.
Loeb ya ha estado tonteando con las motos. Desde 2023 es (o era) embajador para Indian. Y la FTR era su moto. "Me encanta montar en moto siempre que tengo la oportunidad, ya sea en pista o en carretera y la Indian FTR tiene todas las cualidades necesarias para divertirme a cualquier ritmo", decía entonces. Hace tiempo también llegó a subirse a la Moto2 de Louis Rossi.
Imágenes | YouTube; Automoto