Hasta el mejor piloto de cualquier disciplina, por talento natural que tenga al nacer, necesita practicar para aumentar sus capacidades. El stunt es uno de esos deportes que más práctica necesitan para ir mejorando tanto en técnica como en el repertorio, y hasta un simple caballito debe ser practicado para ejecutarlo dignamente.
Nuestro amigo de hoy es un piloto que ataviado convenientemente sobre su KTM EXC 500 con un kit de supermotard está practicando con sus compañeros en un aparcamiento cerrado. Todo bien, salvo por una cosa: hay árboles en el aparcamiento, y cuando la maniobra sale mal y la KTM se encabrita... pasa lo que pasa.
Al menos parece no haberse hecho daño, y el jardinero tendrá que podar un árbol menos después del repaso de nuestro piloto.
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