Un dicho muy español dice que dos no se pelean si uno no quiere, algo que estoy seguro que le habría venido muy bien el conductor de moto que protagoniza los vídeos que os traigo hoy. El orden de los mismos es el que he visto en todos los sitios que los han publicado. Primero vemos una moto que intenta huir del acoso (aparentemente) injustificado de un coche. En el segundo vemos como empezó realmente todo.
Y sólo nos queda decir que ambos se han comportado de una manera injustificada. Hace un tiempo alguien se quejaba de que en una prueba otro compañero le había acosado y le había metido rueda de manera peligrosa. Con la cabeza fría la opción a tomar debería haber sido la misma que en este caso, pie a tierra y que el otro siga su camino. Pero el temperamento humano es muy poco previsible y suele traer situaciones como esta, que se salva sin heridos por muy poco.
Si estos no son los minutos más angustiosos que nunca he visto en vídeo están en una posición muy destacada. Una persecución de este calibre sólo puede catalogarse como enajenación mental transitoria.
Ahora vamos con el vídeo de cómo empezó todo. En un rincón del cuadrilátero tenemos al conductor de un coche, que decide tomarse la ley por mano cuando descubre que una moto realiza una maniobra ilegal en ese territorio. La maniobra es filtrarse entre los coches que hay detenidos en un semáforo. En el otro rincón de ese mismo cuadrilátero está el conductor de una moto, que cuando ve que el coche se pone a perseguirlo y acosarlo sólo alcanza a hacerle un par de gestos obscenos y propinarle una patada al retrovisor del coche.
Juzgad vosotros mismos qué haríais en una situación así. ¿Pie a tierra o escapada al límite?
Vía | Motorcycle.com
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