Lo sorprendente del caso es que el piloto, Jason McVicar, ha escapado con solo una fractura de peroné, algunas magulladuras y el revolcón a 391.07 Km/h, que se dice rápido, muy rápido. El día anterior Jason había batido el record mundial dejándolo en 407.16 Km/h (253 mph) pero en este nuevo intento la rueda trasera le reventó y provocó el accidente que veis en el vídeo.
¿Os imagináis si en la pista hubiesen guardarraíles? seguro que ahora estaríamos hablando del difunto en lugar de una fractura de peroné y unas magulladuras. Solo hay que tener un poco de sentido común y catalogarnos a los moteros como están haciendo con los ciclistas, también somos la especie mas débil que circula por la carretera, y a nosotros no nos respeta nadie, ni la administración.