No sé muy bien por qué pero juntar motos y televisión en la misma frase suele producirme algo de urticaria. Quizá sea por el destrozo que se está haciendo con las audiencias de MotoGP vía mercadeo con los derechos de retransmisión, la poca repercusión de genios históricos como Toni Bou o el maltrato constante que hace Teledeporte con el buen trabajo de Marc Martín y su equipo en el mundial de Superbike, o... no. No creo que sea eso.
Lo que realmente me da alergia es cuando se utiliza a las motos como reclamo visual, fácil e incluso algo casposo como ha ocurrido en la enésima temporada del 'Americas Got Talent' donde recientemente apareció un piloto de trial que aterrorizó al jurado y al público.
Un show con poco espectáculo y mucho postureo
Kenny Thomas es un chaval francés desconocido que sin saber muy bien por qué, casualidades de la vida, apareció en el plató de 'America's Got Talent'. El joven galo hizo la típica sorpresa de coger a uno de los miembros del jurado y tumbarlo en el suelo para luego irrumpir con un invertido sobre una moto de trial directo a la entrepierna.
Un poco de equilibrio por aquí, algún salto por allá, muchos gritos de pánico. Subir a un cajón por la rampa y como acto final un backflip sobre una plataforma. ¡Bien, Kenny! Gran trabajo. Nada que reprocharle al francés que se ha ido con todo su atrezo hasta Estados Unidos. En serio, la parte del piloto tiene mérito y lo suyo se habrá ingresado merecidamente por el esfuerzo.
Lo que ya es menos bien es vender todo el show como algo nunca visto en televisión. Maniobras como las de Kenny sobre su moto de trial son relativamente fáciles de encontrar, las vemos en cualquier exhibición y no por ello tienen menos mérito. El problema es que está todo tan prefabricado y es tan artificial que nos transporta décadas atrás en el tiempo hasta los tiempos del '¿Qué apostamos?' (1993-2008) con Ramón García y Ana Obregón. Pura caspa vestida de purpurina para que parezca más moderna.
Y por si aún no te has dado cuenta, lo peor de todo, lo que no entiendo ni soporto, ni en el cine ni en la televisión, es la sangrante modificación de sonidos de la moto con ruido enlatado, porque la moto de trial ¡era eléctrica!. El culmen de lo absurdo.
Por cierto, y para hacer hincapié en el mercadeo de la televisión y la falta de credibilidad. Kenny Thomas es un piloto profesional que ha sido mundialista en la categoría de 125 centímetros cúbicos y ahora, con 23 años, se dedica a hacer espectáculos de freestyle, protagonizar vídeos de acrobacias y, sí, realizar apariciones en televisión como por ejemplo... 'La France a un incroyable talent', el 'Francia's Got Talent' de nuestro país vecino.