¿Vivimos ya en el futuro? Una respuesta muy complicada de responder; aunque hay ciertos indicios que nos hacen dudar de si vivimos en un mundo real o de ciencia ficción. Ejemplo: el último robot aliado de la policía china. Es una rueda de moto enorme, literalmente.
Esta virguería, por llamarlo de alguna manera, es el 'RT-G' que persigue a los malos y les atrapa con una red. Y no, no es ciencia ficción. Es un trabajo de la Universidad de Zheijiang que ahora usará la policía.
Parece un juguete, pero puede herirte
Hay inventos realmente complicados de catalogar, como el RT-G. Con una forma totalmente esférica, es canijo y parece una rueda de moto (muy grande). El proyecto, fruto de la compañía LogOn Technologies y de la Universidad de Zheijiang, es capaz de hacer multitud de tareas con fines policiales. Y no se le escapa una.
No es del todo autónomo en el sentido de que necesita un ser humano para ser operado a través de un mando radiocontrol, como un juguete; lanza redes sobre los sospechosos para atraparlos; es capaz de sobrevivir a golpes de hasta cuatro toneladas y lo mejor de todo, que habla y emite frases tan épicas como esta:
Si ganas la pelea, acabarás en la cárcel. Si la pierdes, acabarás en el hospital".
Este canijo robótico pesa 125 kilos, y se a nivel técnico se asemeja más a un monociclo motorizado. También es anfibio, incluso: por tierra y agua. Lo malo que no circula a más de 35 km/h, aunque es improbable que una persona corra a más de esa velocidad.
Su cerebro es una inteligencia artificial que le permite distinguir entre objetivos, sospechosos y diferentes eventos. Y cuando ve que algo va mal, tira una red para atrapar a los sospechosos.
Es tan realidad que ya está patrullando las calles de Zheijiang, un distrito al sur de Shangái. Sin embargo, este tipo de artefactos ya ha levantado el debate sobre la ética y la moralidad, dibujando una difusa línea entre protección y autoridad robótica.