Es posible que el nombre de Rotobox te suene. Son los encargados de crear en fibra de carbono algunos de los componentes más exóticos en algunas de las motos más exóticas del mundo. Sus llantas de fibra de carbono han equipado a motos como la inigualable Praëm SP3 y numerosas monturas en diferentes competiciones.
En esta ocasión han ido más allá y han creado un concepto que trasciende los límites de lo imaginable con una supermotard llamada Splice con base Yamaha cuyo precio ahora en venta roza los 30.000 euros (sin impuestos).
Rotobox ha creado una Supermotard sólo para sibaritas
Tomando como base una Yamaha WR450F de Enduro, los eslovenos de Rotobox han recurrido nada menos que al equipo Yamaha Austria Racing Team (YART) para ensamblar una de las motos más poco convencionales que nos podemos encontrar en el universo motero.
Sí, hay cosas que no sorprenden como que sigue siendo una moto de Supermotard después de una conveniente transformación a esta disciplina que ha empleado, por supuesto, unas llantas Rotobox de fibra de carbono de cinco radios.
Sobre ellas se ha aplicado un tratamiento Brembo con un disco de 320 mm mordido por una pinza GP4RR monobloque de cuatro pistones y anclaje radial con bomba XR0.11.71. Efectivamente, una pinza de freno de Gran Premio en una moto de Supermotard.
El apartado de llantas sigue utilizando solo material pata negra así que el especialista sueco Öhlins ha puesto su toque de magia con una horquilla FG461 delante y monoamortiguador TTX Flow detrás. Ambos elementos provienen del mundial de MXGP pero han sido ajustados para su nuevo propósito, incluyendo una tija triple con offset regulable en 14 mm.
Bueno, vale, de momento no es nada del otro mundo más allá de lo caro de las piezas hasta que llegamos a la parte trasera donde nos encontramos un masivo basculante asimétrico que no es el de origen. La zaga recibe un basculante de aluminio procedente de una Yamaha YZF-R6 que gobierna una rueda trasera con 190 mm de ancho.
La carrocería también utiliza algunas novedades exclusivas como unos guardabarros delantero y trasero que han sido fabricados mediante impresión 3D. La carrocería recibe un profundo color negro como base que se aplica en numerosos elementos tanto del motor como del chasis. Un conjunto all black donde destaca de manera discreta un escape a medida con recubrimiento cerámico, igual que las tapas del motor.
Desarrollo específicos, cadena D.I.D, embrague anti-rebote, tornillería de titanio, protectores... Un arsenal de equipamiento para una preparación que Rotobox comercializa para las Yamaha YZ250F, YZ450F, WR250F y WR450F.
Con todas estas modificaciones el peso de la Yamaha Rotobox Splice se queda en 119 kg en orden de marcha, por lo que su comportamiento debe ser poco menos que diabólico. Tan diabólico casi como su precio de casi 34.000 euros una vez se incluyen los impuestos.
Vía | Rotobox