Este año se cumplen 25 años de vida de la Yamaha Tenere, y desde su nacimiento hasta el modelo actual, la evolución ha sido grande e imparable. Por ello en Moto22 hemos probado la última versión de este mito, la XT660Z Tenere, una moto pensada para los amantes de las grandes rutas y las interminables aventuras en moto.
Estéticamente la Tenere no pasa desapercibida, ni siquiera con el color arena de la unidad de pruebas. Su tamaño de 2,2 metros hacen de ella una moto larga en la que destaca la altura de la parte delantera. Con la horquilla de largo recorrido y la cúpula alta, la Tenere mide 1,5 metros de alto y evidentemente impone mucho, aunque su carrocería es bastante estrecha. Vista de frente la Tenere se ve como una moto rutera 100% y ya desde el primer momento muestra su objetivo: devorar kilómetros.
El faro delantero de forma afilada está situado muy arriba, ya que los paneles que “abrazan” al depósito de combustible suben mucho, y disponen de dos “pletinas” de plástico a los que se ancla el faro. Encima de este, la cúpula de cristal va anclada a la parte superior del faro. Su posición es completamente vertical, lo cual no favorece precisamente mucho la aerodinámica, pero cumple a la perfección con su cometido de proteger del viento a los pasajeros.
El ancho manillar también va situado en una posición alta, algo que se agradece a la hora de movernos entre los coches, ya que en ningún momento quedan a la altura de los espejos retrovisores de las “latas”. Detrás de la cúpula delantera tenemos el pequeño y práctico panel de indicadores dividido en una zona analógica y otra digital. En el encontramos información clara de las revoluciones del motor, velocidad a la que rodamos, nivel de gasolina y todas las indicaciones típicas. Solo le falta el portaplanos para convertirse en una auténtica moto para el desierto, o al menos esa es la sensación que tenemos cuando estamos subidos en ella.
La llanta delantera de 21 pulgadas (17 en la trasera) ayuda a que la altura de la parte delantera sea considerable. Si a esto unimos una horquilla de 210 milímetros de recorrido, el resultado es uno de los frontales más imponentes que conozco.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 22 litros, aunque su ancho no es excesivo en ningún momento. Para lograr esta capacidad el depósito de alarga mucho hacia arriba desde la parte más baja del asiento. A los lados del depósito, dos piezas plásticas fácilmente intercambiables protegen la moto en caso de caída.
Continuará…