Raffaele De Rosa ha pasado de ser el flamante campeón de Europa de Superstock 1000 a convertirse en el piloto de pruebas de su equipo, el Althea Racing. El piloto italiano necesitaba algo más de medio millón de euros para poder dar el salto en 2017 al Mundial de Superbike, cantidad que finalmente no ha podido reunir.
De esta manera, de cara a esta temporada tendrá que conformarse con el rol de piloto de desarrollo del Althea Racing, que confiará en la experiencia del napolitano para poner a punto la BMW que conducirán Jordi Torres y Markus Reiterberger en el Mundial de Superbike.
Su regreso al Mundial de Superbike tendrá que esperar
La idea de Raffaele De Rosa, después de coronarse campeón de Superstock 1000, era dar el salto al Mundial de Superbike. Sin embargo, su equipo decidió renovar a los pilotos de 2016, Jordi Torres y Markus Reiterberger, dejando de lado al napolitano. A pesar de todo, De Rosa podrá participar en algunas carreras este año: como poco estará, a buen seguro, en las dos rondas italianas.
La experiencia de Raffaele de Rosa en el Mundial de Superbike es bastante escueta: debutó en la temporada 2012 a bordo de una Honda CBR1000RR pero sólo disputó las dos mangas de Phillip Island. El equipo, viendo su rendimiento, decidió sustituirle en favor de Lorenzo Alfonsi. Cuatro años después, en 2016, volvería a dicha categoría: sutituyó a Markus Reiterberger en Laguna Seca (Ret. y 11º) y disputó las dos mangas de Catar (12º y 9º).
Su trayectoria deportiva está marcada por las caídas y por un salto tardío a los 250 cc
Las caídas han marcado la trayectoria deportiva del piloto napolitano. Sin ir más lejos, en el año 2010 consiguió el premio al bayeta del año: ¡se fue al suelo en 22 ocasiones! Nunca se adaptó bien a la categoría de Moto2. Es más, en 2011 pasó por cuatro equipos diferentes y por tres chasis distintos (Moriwaki, FTR y Suter) sin llegar a puntuar.
La categoría de 250 cc fue la que nos hizo ver al mejor Raffale De Rosa, y eso que sólo llegó a disputar una temporada, la 2009. Tras cuatro años en 125 cc, el italiano dio el salto al cuarto de litro. En su primer y único año logró contener su efusividad y acabó 14 de las 16 carreras del calendario (¡todo un récord!). Con dos pódiums en su haber terminó la temporada en la sexta posición final, su mejor resultado hasta la fecha.
Tras tres años en Supersport, el Althea Racing le ofreció la oportunidad de disputar el Campeonato de Europa de Superstock 1000 en 2015. Esa categoría supuso que De Rosa, por fin, comenzase a ir rápido con una moto de cuatro tiempos. En su primer año acabaría la temporada en la tercera posición tras subir el pódium en seis ocasiones, una más que en 2016, año en el que acabaría como campeón tras imponerse a Leandro Mercado.
En 2017 no tendrá la oportunidad de demostrar su valía en el Mundial de Superbike, sino que deberá de conformarse con el rol de suplente y con participar en algunas carreras en calidad de wild card. Será en esas mangas cuando tendrá que decir a todos los equipos que merece una moto para 2018.
Fotos | Raffaele de Rosa Facebook