Caras serias este 2019 en el garaje de Kawasaki Racing Team. Jonathan Rea y Kawasaki han tenido que esperar hasta Imola para conseguir ganar su primera victoria en la temporada 2019 del Campeonato del Mundo de Superbikes.
Obviamente esto no formaba parte de los planes de Kawasaki que se ha mantenido actualizando la plataforma de las ZX-10R sin grandes cambios durante las últimas temporadas. Ahora la llegada de Álvaro Bautista y su Ducati Panigale V4 R habría hecho reaccionar a los japoneses y parece que ya tenemos confirmación de que habrá una ZX-10RR mucho más radical de la que conocíamos hasta ahora.
Sin concesiones: Kawasaki seguirá la estrategia de Ducati
Cuando Kawasaki decidió en 2002 meterse en la guerra de MotoGP con la llegada de las cuatro tiempos a la categoría máxima lo hizo pensando que con el apoyo de Kawasaki Heavy Industries podría rivalizar contra las marcas japonesas reinantes en la categoría y batallar contra la llegada de Ducati.
El resultado no fue así. Durante años los de Akashi se plantearon un campeonato con un plan de desarrollo muy ambicioso pero poco realista hasta que en 2009 se retiraron con un bagaje en el que lo único destacable fue un podio de Shinya Nakano en el GP de Japón de 2004.
A partir de entonces la marca verde pensó en volver a Superbikes por todo lo alto, y lo hizo creando un programa en el que esta vez sí dieron los pasos necesarios aliándose con el Provec Racing de Guim Roda, creando el Kawasaki Racing Team y haciéndose con el servicio de pilotos ganadores que llevaron a la Kawasaki ZX-10R al título en 2013. Aquél fue el primer título para las vitrinas de Akashi desde que 20 años antes lo consiguiera Scott Russell en 1993.
Desde entonces Kawasaki ha optado a la victoria y en 2015 inició la mayor racha conocida por el ser humano en el Campeonato del Mundo de Superbikes al fichar a Jonathan Rea. Juntos, el binomio Rea-ZX-10RR se ha hecho con nada menos que cuatro coronas consecutivas, un póker de triunfos seguidos que nadie había logrado antes.
Ha tenido que llegar Ducati con una estrategia similar pero a lo bestia, sacando una artillería en forma de Ducati Panigale V4 R derivada de MotoGP con un piloto de la talla de Álvaro Bautista digno de luchar con las estrellas del mundial de motociclismo para poner fin a la tiranía de Jonathan Rea. Tanto es así que en su primera temporada en el campeonato, con circuitos que no conoce, neumáticos que no había probado antes y una moto aún en desarrollo, Bautista ya ha ganado las 11 primeras carreras de 2019, igualando el récord de victorias consecutivas de Rea.
Sobre esta premisa, tanto Jonathan Rea como Kawasaki están que trinan. Ambos se han quejado por el rendimiento de una Panigale V4 R que según ellos es demasiado parecida a una moto de MotoGP, pero que para su desgracia se encuentra dentro del reglamento por quedarse por debajo de la barrera presupuestaria de 40.000 euros para las unidades vendidas. 39.990 euros concretamente.
Visto que con la normativa en la mano no pueden hacer nada y que incluso Gregorio Lavilla ha parado los pies a las quejas del box de KRT, la fábrica japonesa ha decidido reaccionar para recuperar lo que entienden que es suyo, con una moto más radical que pueda combatir el poderío de Borgo Panigale.
Hace unas semanas Ichiro Yoda, responsable técnico de Kawasaki, anunció que Kawasaki debería trabajar en el mismo camino que Ducati para poder rivalizar con ellos, abandonando una plataforma de serie relativamente asequible para hacer lo contrario: homologar una moto casi de carreras para meterla en el campeonato.
Ahora tenemos la que podría ser la confirmación de esta secuencia de venganza, porque según los documentos de la California Air Resources Board (CARB, la agencia que controla las emisiones de los vehículos en el soleado estado americano) hay una nueva Kawasaki ZX-10R en camino, pero no hay rastro de una Kawasaki ZX-10RR.
Un momento, ¿pero no habíamos dicho que en Kawasaki estaban preparando una RR? Correcto, y vamos a explicarlo. Los documentos del CARB recogen las cifras de emisiones de los motores de cada vehículo, así si un mismo motor se utiliza para varias versiones de un modelo como podría ser el de las ZX-10R y ZX-10RR, ambas variantes aparecen en el mismo documento como puedes ver a continuación:
Ahora bien, en el documento del CARB que registra las emisiones del modelo que se va a comercializar el próximo año no hay rastro de ninguna ZX-10RR, sólo aparece la ZX-10R y de hecho sus cifras de emisiones son idénticas a las del modelo anterior, así que el propulsor de la ZX-10R no debería cambiar en nada después de la actualización introducida para esta temporada.
¿Qué quiere decir esto? Pues en realidad no hay muchas opciones. De hecho sólo hay dos opciones y una de ellas es muy poco probable. La que menos visos tiene de ser real es que Kawasaki no vaya a comercializar una ZX-10RR en California (ni en Estados Unidos) porque sencillamente no haya una ZX-10RR a la venta en 2020, lo que dejaría fuera a la moto japonesa del mundial de Superbikes.
La otra opción es que en Akashi estén trabajando en una moto realmente extrema con un propulsor que por fin desvíe su camino del utilizado en la ZX-10R. Un motor que como ocurre con la Panigale V4 R podría estar diseñado exclusivamente para carreras y que al ofrecer unas cifras de potencia, par y rendimiento diferentes también cambie sus emisiones, teniendo que registrarse en el CARB con un documento independiente.
De esta manera estaría prácticamente confirmada la reacción de Kawasaki, y es que ni a los japoneses ni a Jonathan Rea les ha hecho ninguna gracia el despliegue de Ducati. Así que, sí, en 2020 es más que probable que veamos a Jonathan Rea con una cara mucho más sonriente de la que está siendo habitual este 2019, aunque sea con una moto a la que tendría que criticar por ser demasiado de carreras si fuera coherente con sus quejas de este año.