Álvaro Bautista reventó todos los pronósticos el pasado fin de semana en el circuito australiano de Phillip Island. El talaverano arrasó en su debut en Superbikes y ganó las tres pruebas puntuables del fin de semana a lomos de su Ducati Panigale V4 R, en una hazaña que ha dejado boquiabierto al mundo del motociclismo.
14 de junio de 2009. Hasta esa fecha, casi una década atrás, había que desplazarse para encontrar la última victoria de Álvaro Bautista. Fue en Montmeló con una Aprilia y en la ya extinta categoria de 250cc. Desde entonces, nueve temporadas de sinsabores en MotoGP que quedaron borradas en un solo fin de semana de Superbikes.
Una superioridad incontestable
Pero Bautista no solo ganó las dos carreras tradicional más la nueva Superpole, incorporada este año al campeonato, sino que lo hizo dominando con una superioridad casi insultante. Ganó con quince segundos de ventaja en la primera manga y doce en la segunda, en ambas ocasiones por delante del campeón en título, Jonathan Rea.
El piloto inglés, ganador de las últimas once carreras de la temporada pasada, no pudo más que entregar la cuchara y mantener la segunda posición en ambas mangas ante el ciclón talaverano. Rea incluso trató de tirar de experiencia y aprovechar la filosofía sprint de la nueva carrera Superpole para plantar cara, pero tras un cuerpo a cuerpo espectacular tuvo que rendirse a la evidencia: nadie podía vencer a Álvaro Bautista en Australia.
La hazaña de Bautista es todavía mayor si se pone en perspectiva. Hablamos de un piloto que recién llegado desde MotoGP consigue adaptarse a un tipo de neumáticos diferente y a otro concepto de moto lo suficientemente bien como para arrasar a la competencia a las primeras de cambio.
Y la competencia no es precisamente manca. Como decimos, Jonathan Rea podría pasar por el mejor piloto de la historia del Mundial de Superbikes. Tetracampeón del mundo, ha ganado los últimos cuatro campeonatos y sin embargo fue vapuleado como un muñeco de trapo por Bautista en Phillip Island.
Además de otros nombres ilustres como el de Marco Melandri o Alex Lowes, para poner en contexto la machada del piloto español basta con compararlo con el rendimiento de las otras Ducati Panigali V4 R. La que estuvo más arriba fue la de Chaz Davies, que solo pudo ser séptimo en la segunda manga, a casi medio minuto de su compañero Bautista.
Aunque todo es nuevo para Bautista en el WSBK (desde el formato con tres carreras por fin de semana hasta el calzado Pirelli de las motos), lo cierto es que a su favor el talaverano tiene un bagaje envidiable habiendo sido campeón del mundo de 125 cc en 2006, subcampeón de 250 cc en 2008, y nueve temporadas completas corriendo contra los mejores en MotoGP.
El nivel de Bautista le ha llevado hasta el podio en tres ocasiones en la categoría máxima y deslumbró en 2018 al rozar los puestos de honor precisamente en Phillip Island sustituyendo al lesionado Jorge Lorenzo. Ahora, toda esta mochila de experiencia se va a Superbike y el restultado ya lo hemos visto. Ahora habrá que ver qué ocurre en otros circuitos que no conoce más allá de Phillip Island, una pista en la que Jonathan Rea suele pinchar donde precisamente en 2018 Marco Melandri y Ducati se llevaron las dos primeras victorias del año. Además, el concepto de Ducati en Superbikes es muy similar al de la moto que el propio Bautista llevó el año pasado en MotoGP cuando hizo la sustitución de Lorenzo.
Cautos en la pelea por el Mundial
"Hoy es un día que nunca olvidaré", declaraba un exultante Álvaro Bautista tras la victoria en la segunda manga, que completaba un triplete mágico. El talaverano no daba crédito, ya que como él mismo reconocía "si la gente me hubiera dicho que ganaría tres carreras, no les habría creído".
La exhibición de Bautista fue tal que incluso medró en la moral del campeonísimo Jonathan Rea, que reconocía tras la carrera que la fue contra el español fue "como estar en un tiroteo y sostener solo un cuchillo". Además, se quiso proteger pronosticando que "en Tailandia será igual o incluso peor".
En cualquier caso, y pese al innegable mérito de la hazaña de Bautista en Phillip Island, no conviene lanzar las campanas al vuelo demasiado pronto. Jonathan Rea se mostró muy fuerte en Australia, capaz de dominar al resto del pelotón y sigue siendo el favorito. El circuito de Pillip Island es propicio para las motos de Ducati, como vimos con el doblete de Marco Melandri el año pasado, y que a la postre terminaron siendo sus dos únicas victorias de la temporada. Ducati ganó un par de carreras más con Chaz Davies pero no estuvo ni cerca de pelear por el campeonato.
Sea como fuere, Álvaro Bautista vuelve a competir tomando el camino que tanto otros emprendieron en su momento, el de cambiar MotoGP por Superbikes. Precisamente uno de ellos, Max Biaggi, era hasta el pasado sábado el último debutante en ganar su primera carrera en el Mundial, hasta que Bautista le superó.