Álvaro Bautista, la Ducati Panigale V4 R y la flor de más de un día que ha crecido en Tailandia
El aterrizaje de Álvaro Bautista en el mundial de Superbikes está siendo espectacular. No hay dudas de que ganar las seis primeras carreras del campeonato es algo que supera con mucho todas las expectativas y que deja el listón muy alto: ganar el WSBK ha pasado de ser una ilusión a ser casi una obligación para Bautista y Ducati, o al menos eso valoran muchos aficionados.
Phillip Island no fue un sueño ni un espejismo. En Buriram se ha confirmado el dominio absoluto de la Panigale V4 R con tres nuevas exhibiciones que han dejado helados a los rivales. Ya no es simple flor de un día. Ducati está en la batalla y Álvaro Bautista es un sólido aspirante a romper la racha triunfal de Jonathan Rea y arrebatarle, por fin, la corona de campeón.
Jonathan Rea, un lobo con piel de cordero
El histórico triplete de Ducati y Bautista en Australia parecía justificado. La Panigale V4 R se adaptó muy bien a Phillip Island, Marco Melandri ya hizo doblete el año pasado sobre la moto de Borgo Panigale (aún bicilíndrica) y no ganó más en todo el año... una retahíla de evidencias que han saltado por los aires con otro triplete, en Tailandia, y con el campeonísimo Rea bajando al fango, a la batalla, porque teme por su reinado.
En Buriram Jonathan Rea lo tuvo que dar todo de nuevo. En la primera carrera arriesgó al límite, se tocó con Bautista, bajó en 10 segundos su tiempo del año pasado (que le valió para ganar), y aún así acabó segundo a 8 segundos de la Ducati. El norirlandés estaba frustrado tras la carrera, y afirmaba que "no corremos en igualdad de condiciones, tenemos 20 CV menos".
Lo más preocupante es cuando todo en ti y en tu moto está bien, y aún así te pasan por encima. Eso le está pasando a Rea. El tetracampeón reconocía que no puede quejarse de nada: "la moto estaba bien, el equipo ha hecho un trabajo espléndido y también he pilotado más allá del límite", para acabar con una dura declaración asegurando que "cuando he visto que ni siquiera era capaz de aguantar en la recta, me he rendido. Es imposible vencer a Ducati".
Jonathan Rea se pone la piel de cordero y se entrega a Ducati, pero no es eso lo que demuestra en la pista. El campeón está batallando, y mucho. Cuando ve oportunidad, ataca a Bautista, le trata de poner nervioso y siempre guarda la ropa. A las seis victorias del español, seis segundos puestos del norirlandés. Después de un pleno de triunfos tan espectacular de Bautista, su ventaja en el mundial es exigua, de tan solo 26 puntos, en un campeonato en que las victorias largas valen 25 puntos y las cortas 12.
El campeón está al acecho, y sabe que conforme avance la campaña llegarán las carreras que le son más favorables. No es que Phillip Island y Buriram hayan sido flor de dos días, pero sus rectas favorecen a una Ducati Panigale V4 R que no solo supera en casi diez kilómetros por hora de velocidad punta a la Kawasaki ZX-10RR, sino que además la alcanza mucho antes.
De hecho la temporada pasada Ducati también dio la cara en Tailandia, con Chaz Davies ganando la segunda carrera. Incluso en Aragón, próxima cita del mundial, la Panigale aguantó en 2018 con un triunfo de Davies y superpole y vueltas rápidas para Melandri. A partir de ahí, ni una victoria más en todo el año.
Los revirados trazados europeos serán la prueba del algodón para Ducati. Assen, Imola y Jerez, si la Panigale da la cara en esos trazados, Jonathan Rea tendrá un serio rival en Bautista y el mundial de Superbikes 2019 será una batalla épica entre dos pilotos de altos vuelos. Puede parecer exagerado viendo el inicio de Bautista, pero recordemos que en 2018 Rea ganó 15 de las 19 carreras disputadas a partir de la llegada del WSBK a los Países Bajos.
Además, la FIM y Dorna ya han avisado de que en Assen revisarán el límite máximo de giro de cada moto en relación a los resultados conseguidos en el inicio de campeonato. Es decir, que la Ducati puede perder 250 rpm en su techo máximo, algo que a Bautista no le preocupa: "me subo a la moto para dar lo mejor de mí y divertirme, y lo haré con o sin limitaciones. Doy el máximo, que es lo único que importa".
La Panigale solo vuela en manos de Bautista
Algo que también está en entredicho es el reparto de porcentajes en el éxito de Ducati y Bautista. Rea parece convencido de que la superioridad de sus rivales es puramente mecánica, pero lo cierto es que el mejor resultado de una Panigale no pilotada por Bautista hasta el momento en una carrera larga es el séptimo puesto de Chaz Davies en la segunda prueba de Phillip Island, a 26 segundos de la cabeza.
En Buriram, fue Michael Ruben Rinaldi el más cercano a Bautista. El italiano quedó octavo en las dos carreras largas, a 27 y 28 segundos respectivamente del tiempo de su compañero de equipo, y a cerca de 20 segundos de Jonathan Rea.
Puede que la Ducati Panigale V4 R sea una bestia, pero este 2019 la creación más ambiciosa de Borgo Panigale ha encontrado quien la dome y parece que por fin van a lograr el objetivo de derrocar al rey de WSBK.