El plan llevado a cabo en la Ciudad de Westminster, nombre que recibe el municipio del centro de Londres en el que se acumulan gran parte de los negocios y edificios del gobierno, marca una pauta a seguir en la lucha contra el robo de motocicletas. Para que nos hagamos una idea del volumen de robos en la zona, en sólo cinco meses se robaron motos por valor que supera ampliamente el millón de euros.
En otras palabras, en las inmediaciones de St. James Square se robaban como mínimo una motocicleta o scooter por semana. En una zona donde abundan las oficinas y en una ciudad a rebosar de vehículos, la moto es la alternativa que cada vez más usuarios escogen. El ayuntamiento sabe muy bien que, por su bien, debe promocionar y apoyar el uso de las dos ruedas como principal transporte. Es por eso, que dado los altos números de robos, se pusieron manos a la obra para defender a sus ciudadanos. El resultado es sorprendente, desde el mes de septiembre el número de robos asciende exactamente a cero.
Fue en septiembre cuando el ayuntamiento, colaborando con Datatag, ofreció tener sus motos marcadas por 50 libras, unos 63 euros al cambio. ¿En qué consiste este procedimiento que dura poco más de 25 minutos? Se trata de dar un número de identificación único y casi imposible de eliminar o, simplemente, encontrar. Hasta aquí parece bastante tradicional, pero es en el uso de la tecnología donde encontramos la principal diferencia. Datatag instala/esconde uno o varios transponders del tamaño de un grano de arroz o de una pastilla en nuestra moto. Estos diminutos chips contienen en su interior datos como el nombre del dueño y su dirección.
El usuario puede estar tranquilo pues la base de datos de Datatag está en exclusiva al servicio de la policía y sus transponer transponder pueden ser sólo localizados con scanners especializados que la propia empresa se encarga de suministrar a los cuerpos de seguridad sin cargo alguno (ya han entregado varios miles de unidades).
Por sino fuera suficiente, Datatag ofrece además otros tipos de etiquetado. Por ejemplo, pueden marcar tu moto con un número sólo visible bajo luz ultravioleta o que reaccione bajo la acción de ciertos productos químicos. El ladrón tiene la complicadísima tarea de encontrar todos y cada uno de las etiquetas utilizadas y, después, intentar borrarlas.
Por último, se hace saber al público que tu moto está protegida y etiquetada por Datatag, pegatinas, placas y un largo etcétera de opciones advierten al caco de que será mejor buscar otro pasatiempo. Más de 70.000 motos tienen ya su propio DNI.
Vía | Bennetts
Foto vía | Garry Knight Flickr
Más información | Datatag ID