Si eres amante de las motos con cierta edad recordarás algunas motos de especial cariño. Entre ellas las Lambretta, la firme competencia de Vespa durante la época dorada de los scooter. Aunque de culto, aquellas motos estaban ideadas para un uso básico por ciudad, con una potencia que con suerte superaba los 6 CV de potencia.
El paso de los años ha convertido a esas pequeñas motos en reliquias, y ya puestos a restaurarlas, ¿por qué no meterles unos cuantos caballos de potencia de más? Pues hoy tenemos entre nosotros a una Lambretta 250 modificada hasta las trancas que sería capaz de plantarle capaz hasta al gallego que se escapó de la policía en una Derbi Variant trucada con más de 30 años capaz de rodar a 145 km/h.
Cinco marchas y dos cilindros desbocados
En Lambretta siguen haciendo las cosas a la antigua usanza: con mimo, cariño y un toque picante. En Rimini tienen una división llamada Casa Performance, un departamento de competición o rendimiento que se dedica a poner en sus motos piezas de muy alto rendimiento. Y por muy bizarro que parezca preparar un scooter de ese taller salen auténticas bombas de relojería con el sello oficial.
Poco han dejado de origen los italianos en esta vieja Lambretta de 1960. Una moto que recordemos, en su día tenía una cilindrada de 123 cc y una potencia total de 5.20 CV (3.8 kw) a 5200 rpm en un motor monocilíndrico, dos tiempos con arranque a patada.
En su lugar, un motor bicilíndrico capaz de superar a la mismísima diosa del olimpo de las dos ruedas y 250 cc: la Aprilia RS 250, el mito. Fruto de ese bicilíndrico han apodado a la moto Lambretta Casa Performance 250 Twin, que como puedes imaginar, tiene un motor de 250 centímetros cúbicos, refrigerado por agua y que rinde la friolera de 76 CV a la rueda trasera, y no al cigüeñal.
En comparación con una Aprilia RS 250 que en su día entregaba 62 CV o una Suzuki RGV250 que daba cerca de 45 CV, la Lambretta es una fuera de serie. En el vídeo de ScooterLab se puede ver cómo la sacan por carretera abierta e incluso se animan a hacer un caballito... Claro, teniendo en cuenta que la moto pesa cerca de 110 kg y un par motor brutal.
El motor preparado en la casa de Rimini viene directamente de los karts de competición, al que va engranada una caja de cambios de cinco velocidades. No pierde el toque tradicional ya que se pueden ir engranando desde el manillar. Para alojar el motor tuvieron que recolocar otras piezas como el radiador, que terminó montado en el faldón en la parte delantera.
En la parte ciclo tampoco se queda corta. Lo más vistoso es el escape de estrecha construcción que sobresale por la parte izquierda. Ya has podido comprobar que no suena precisamente a scooter.
En Lambretta dicen que "son los motores de la marca más potentes jamás fabricados". Lo mejor de todo es que cualquiera podría tener una moto así porque en el en el taller oficial de Lambretta en Rimini ya están vendiendo el kit al completo por un total de 8.500 euros. Eso sí, necesitarás el modelo base de la moto, una Lambretta GP, S1, S2, S3, Serveta, Special, SX, TV2 o una TV3.