Bueno, esta semana me ha tocado a mi buscar con los mil euros que tengo de presupuesto una moto de segunda mano que se pueda conducir con el carnet B. Como Carlos y Morrillu se decantaron por una moto ciudadana y otra con un perfil algo más deportivo yo me he decantado por la Yamaha Majesty 125. Un Scooter de talla media que estuvo disponible en el mercado español desde 1998 hasta no hace mucho. Bueno el modelo sigue en el catálogo de Yamaha, pero ahora solo está disponible la versión 400.
¿Por que me he decantado por esta y no por otra? Pues por la razón que más manda a la hora de comprar una moto, porque me gusta la línea. Así de sencillo. Desde que la vi en el escaparate del concesionario de Alicante es una moto que siempre me ha atraído. Quizá sea por su línea de Scooter serio, o porque la asocio a las motos que utiliza la policía local de mi ciudad y eso me lleva a pensar que debe ser una moto robusta y de mantenimiento económico. Lo que si que he podido comprobar en que en el mercado de segunda mano es una moto de la que se pueden encontrar bastantes unidades en la horquilla de los mil euros, lo que no está nada mal.
Una moto relajada contra el estress de la ciudad
La Yamaha Majesty 125 se presenta como una opción para aquellos que circulan a diario por ciudad pero no quieren hacerlo en un vehículo que los estrese. Este es el principal argumento que nos ofrecen las notas de prensa de la marca. Pero volviendo al mundo real, la gente se decide por una moto por lo cómoda que sea, por la capacidad que tenga el maletero y/o por lo protegido que vayas en ella. Este Scooter parece que aúna todas estas cualidades.
El asiento está rebajado en el puesto del conductor (774 mm dice el catálogo) con lo que parece que cualquiera llegará al suelo con facilidad. Cuenta con un hueco bajo él en el que caben casco y medio (un integral y un jet) y la posición de conducción junto con el escudo frontal te protegen bastante bien de las inclemencias del tiempo. El asiento, acorde al tamaño de la moto permite que circulen sobre ella dos personas sin muchas apreturas.
Prestaciones modestas, pero más que suficientes
En el apartado de las prestaciones encontramos un motor monocilíndrico de cuatro tiempos de 125 cc que alcanza los 11.55 CV a 9.000 rpm y ofrece un par motor de 9 Nm a 8.500 rpm. ¿Esto que quiere decir? Pues que tiene una potencia casi cercana al límite establecido por la ley y el tacto no es demasiado agresivo. Por poner un ejemplo una Yamaha T-Max da 46 Nm a mil vueltas menos que el régimen máximo, pero ese es un Scooter deportivo y aquí estamos hablando de uno “tranquilo”.
En la parte ciclo encontramos neumáticos de tamaño 120 mm delante y 130 mm detrás sobre llantas de 12 pulgadas. Lo que es un equipamiento normal en un Scooter de este tamaño y cilindrada. Las amortiguaciones también entran dentro de lo esperable, aunque la Yamaha Majesty 125 cuenta con dos amortiguadores en la parte trasera mientras que muchas de la competencia cuentan con uno solo. Esto puede ser un punto a la hora de elegir una moto u otra, pero en su comportamiento estoy seguro que no afecta mucho y un usuario “medio” no será capaz de notar las posibles diferencias.
Los frenos dependen de sendos discos en cada eje. Otro punto a tener en cuenta, ya que hay muchos scooter de este segmento que montan disco delante pero detrás siguen confiando en un tambor de freno. Esto tampoco debería ser muy determinante, pero si podemos contar con dos discos mejor que un tambor, que siempre requerirá algo más de mantenimiento y frenará menos que un disco.
Los consumos de este motor de 125 cc permiten hacer tiradas de 300 km sin tener que repostar, ya que le caben algo más de 10 litros en el depósito. Aunque esto siempre está en función de lo que te guste retorcerle la oreja. Pero creo que si te compras una de estas y lo que te gusta es correr estás equivocando la opción.
¿Y que defectos tiene? Pues no parece que tenga nada grave
Husmeando por la red puedes encontrar bastantes opiniones sobre este Scooter, y la mayoría son positivas. Cabe destacar una que leí por ahí que se quejaba amargamente del trato de un concesionario, centrándose en lo que tardaban en llegar los recambios y lo poco hábiles que habían sido a la hora de solucionarle un problema con el desgaste de las pastillas del freno trasero. Otro comentario hablaba de que llegado el año de uso el motor había requerido un cambio de juntas del motor porque perdía aceite por ellas. No creo que ninguno de estos problemas sean achacables a todas las motos de este modelo que hay circulando por el mundo, si no que más bien deben tratarse de problemas aislados.
Lo que si que es unánime es la queja de que el motor se oye mucho y se notan las vibraciones circulando a altas revoluciones. Una franja del motor que no cero que uses más que para alcanzar los 120 km/h de marcador. Velocidad más que suficiente para circular por una vía rápida o circunvalación de una ciudad, pero que tampoco creo que encaje en el perfil del usuario al que va destinado el modelo.
Aunque para curarte en salud si vas a ver una de estas, o cualquier otra moto, la recomendación es que te leas detenidamente los articulos que Albi nos está presentando con la forma de Guía para comprar una moto de Segunda Mano y que no nos timen más que lo imprescindible.
Si al final te decides por una de estas Yamaha Majesty 125 creo que la compra será bastante acertada, eso sí, hay que tener siempre en mente que uso le vamos a dar. No es lo mismo ir a diario a trabajar con ella que intentar viajar. Un Scooter así no dará problemas en ruta, pero hay mejores opciones a la vuelta de la esquina con las motos llamadas de iniciación.
En Moto22 | ¿Qué moto me compro?; Guía de compra segunda mano