Ficha del día: Jueves, 12 de marzo de 2009 (día 1 de 11) Ruta: De Barcelona a Alicante. Combinación de autopistas, autovías y carretera nacional. El cuentakilómetros al inicio del viaje marcaba 18.007 kilómetros. Kilómetros recorridos en el día: 519 kilómetros
Hay un proverbio que dice "La más larga caminata comienza con un paso". En moto, los más largos viajes comienzan con la normalidad de un recorrido diario, las primeras calles cerca de casa, cruzar Barcelona... y luego sigue y sigue y sigue y sigue...
Para alguien que vive en Barcelona, un viaje a Marruecos tiene más de mil kilómetros de preámbulo solamente para llegar hasta el sur del sur de España. Al no poder salir hasta la tarde del jueves, plantee bajar en dos etapas haciendo noche en Alicante.
El día de la partida fue un día extraño. Por la mañana, trabajé intensamente hasta la hora de la comida. La intención era ponerme en marcha a las 15 horas. Pero entre unas cosas y otras no arranqué hasta pasadas las 18 horas, así que ya estaba condenado de inicio a llegar a Alicante de noche.
Durante los primeros kilómetros de un viaje suelo ir pensando en el equipaje olvidado. Parte ya no tiene remedio ("otro viaje lo haré mejor") y otras se apuntan en las compras pendiente. Pero en esta ocasión fue diferente. Sin maletas, había llenado a presión el rollo y el topcase. Y me fue entrando el miedo de que fuese incómodo. Por ello, al pasar los kilómetros fui dando vueltas y vueltas mentales a como reducir el equipaje. Aproveché la parada de madrugada en Alicante para quitar lastre: algunas herramientas, ropa, calzado, algún libro, algo de electrónica y algunas cosas más. La mayoría era realmente prescindibles, pero la verdad es que me acordé resignado repetidas veces durante los días ("esto está en Alicante..."). De todos modos,creo que la decisión fue un acierto: no sé donde hubiera guardado los forros de la chaqueta y el pantalón durante los días marroquíes.
Viajar tantos kilómetros con neumáticos de tacos ayuda a desarrollar las virtudes de la contención y la moderación. Para no quedarme sin tacos antes de cruzar el estrecho, tenía que circular a unos 110-120 km/h. Horas y horas a esa velocidad contenida da para pensar y para imaginar mucho. La ventaja es que tampoco hay que preocuparse excesivamente por los radares.
Si yo fuese Director de la DGT, creo que ya tengo la solución definitiva frente al exceso de velocidad. Obligar a utilizar un compuesto en los neumáticos que se degradase a partir de una cierta velocidad. O sea, algo así como los tacos: os prometo que es efectivo de verdad. Bueno, esperemos que Pere Navarro no sea lector habitual de moto22 y no recoja esta idea. Je, je, je...
En busca de la N-340. De pequeño, la Nacional 340 (Carretera de Barcelona a Cádiz) representaba los viajes al sur lejano. Veraneaba cerca y fantaseaba con viajar al sur. Con el paso de los años, la recorrí entera y lamentablemente fui viviendo su desaparición a manos de autopistas, rotondas, desdobles, variantes y semáforos. Dado que necesariamente circulaba a velocidad moderada, pensé que sería bonito rodar por la N-340 hacia el sur. ¡Qué mala idea!. La N-340 ya no existe. Apenas algunos trozos de carretera entre pueblos y autovías. Lo único que conseguí fue enviar al garete la velocidad promedio del día. Tras un par de horas entrando y saliendo de la autopista, me resigné a dejar la N-340 como un antiguo sueño infantil.
Durante la noche, una espectacular luna (casi llena) vino a hacerme compañía. Grande, rotunda y luminosa, cual lucero en la noche. Me distraje un rato jugando y hablando con ella para engañar el sueño. Una bella estampa la de rodar en moto acompañado de la luna.
Malditas gasolineras pre-pago. Ya no se trata de dejar el DNI o la tarjeta mientras llenas el depósito. El último invento es cargar un importe alto en la tarjeta y hacerte un abono después de haber llenado el depósito. Debo tener pinta de facineroso. Lo que está claro es que la solución a sus problemas no puede ser tratar a todos sus clientes como ladrones. Así es como nos tratan: como a ladrones de los que no se pueden fiar. Y yo que pensaba que era un cliente...
Al inicio de la tarde la temperatura era moderada pero al llegar la noche, bajó hasta los 6 grados. Hubo que poner en práctica el concepto "cebolla" de poner y quitar capas del forro de la chaqueta. La verdad es que funcionó de manera razonable, sin llegar a sentir frío en ningún momento.
Finalmente, sobre las dos de la madrugada entraba en Alicante. Apenas dormir tres horitas y volvería a estar de nuevo en marcha. Dormir poco iba a ser una constante en el viaje.
La banda sonora del día fue un variado de Joaquín Sabina. "Vamonos pa'l sur" y muchas otras canciones del "canalla más entrañable" que me fueron acompañando en esta etapa de autopistas.
En esta primera etapa no llegué a sacar la cámara de fotos. La foto que acompaña al post, está hecha en Valencia (por donde pase en la ruta) en el verano pasado, casualmente también camino a Marruecos. Me gusta esa foto de "simetrías".
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