En las fechas que estamos, el que aquí os habla (o escribe) empieza a ponerse nervioso. Cada vez queda menos para que los campeonatos de velocidad den el pistoletazo de salida, y cada día vemos artículos sobre nuevos test y presentaciones. Pues bien, hoy quiero dejarme llevar un poco e intentar explicar lo que es para mi presenciar una carrera de motociclismo y por qué las disfruto tanto, ya sean MotoGP, Superbikes o CEV, que no son las únicas pero sí las que más sigo.
El caso es que me daba vueltas en la cabeza aquello de los pilotos favoritos y los que te caen mal o no te gustan, que de todo hay por supuesto. Creo que a estas alturas, quien me haya leído en estos años puede hacerse una idea de mis gustos en lo que a pilotos se refiere, pero ¿sabéis una cosa? Por encima de todo me he emocionado, reído, llorado o gritado con las carreras, y soy capaz de reconocer el mérito a cualquier piloto que tiene las agallas de subirse a una de esas motos y dedicar su vida por completo a este precioso deporte.
Por supuesto, no tengo problemas en reconocer cuáles son esos pilotos que te hacen sentir algo especial, y salvo la excepción de Valentino Rossi, no suelen estar en mi lista los más laureados. Así nos encontramos con Eugene Laverty, Leon Haslam, Sam Lowes, Randy De Puniet, Álex Rins o Jordi Torres entre los que más de cerca sigo. Pero os puedo prometer, que según el día y reconociendo siempre el esfuerzo, he sido Lorenzista, Pedrosista, de Marc o de Casey, y de todo aquel que me ha hecho ver lo grande que es este deporte.
Para que veáis que no soy nada cerrado en mis gustos, os voy a poner un par de ejemplos de este mismo año en los que dejo claro a qué me estoy refiriendo realmente. El primero no es otro que el trepidante final de temporada que se ha vivido este año en la categoría de Moto3. He dicho mil veces que Rins era mi favorito en las distintas crónicas, pero os puedo asegurar que el corazón me latía a mil por hora cuando vi coronarse a Maverick Viñales como campeón, habiéndome demostrado una lucha y un coraje impresionantes, sin rendirse hasta el último momento.
Lo mismo me ha ocurrido en Superbikes, Laverty me tiene robado el corazón, no lo puedo negar, pero ¿cómo no disfrutar con lo que ha hecho Tom Sykes a lomos de una Kawasaki desahuciada hace pocos años? Eso amigos míos, está por encima de favoritismos.
Soy consciente de que hoy estoy simplemente transmitiendo lo que me pasa por la cabeza sin más, pero me lo vais a permitir, ¿verdad? Otra cosita que no hay que perder de vista, es que estamos hablando de un deporte, y de muchas personas implicadas, y tampoco es cuestión de flagelarse por tener un piloto favorito. Lo importante es que eso no te impida ver el mérito de los otros, que lo tienen, y mucho.
Y ahora llega el momento de confesaros una cosita que es un hecho. Desde que escribo por aquí y he tenido la oportunidad de estar más cerca de lo habitual de los pilotos, lo cierto es que en muchos casos ha cambiado mi opinión de ellos, tanto de forma positiva como totalmente lo contrario. Pilotos que me gustaban y al verles como se mueven por el paddock, decir... ¿de qué va este? Afortunadamente, son más los que te sorprenden de manera positiva. Resumiendo, que son muchas personas las que están en este circo y hay de todo, pero cuando se ponen el casco y se suben a la moto, todos son iguales.
Dicho todo lo anterior, quede claro que soy el primero que salto y chillo como un energúmeno cuando uno de los míos gana una carrera. Que nada de malo hay en ello. Así que sí, disfrutad de vuestros pilotos favoritos, pero intentad tomároslo con tranquilidad y veréis como se disfruta a lo grande de las carreras. Perdonad la charla, pero estas cosas hacen más llevadera la dura espera hasta el comienzo de las competiciones...