Me ha venido a la cabeza desde hace un tiempo, sentarme para compartir unas reflexiones con vosotros después de ir viendo fotografías de motocicletas de épocas anteriores, sobre todo este último mes. Aunque debo reconocer que en esto del diseño solo os puedo dar mi opinión. No estoy especializado en la materia pero hay una cosa que me llama la atención de todo esto. Más que una cosa, una palabra: Reglas. O normas, si se prefiere. Por que esta claro que una cosa es el diseño y la creación libre y sin ataduras, (menudas tertulias que tengo sobre esto con un familiar estudiante de Bellas Artes), y otra cosa muy diferente es tener reglas que respetar. Mercado manda.
El diseño tiene que tomar café con el marketing todas las mañanas, eso creo que todos lo tenemos claro. Las variables son infinitas. Año y época en la que se vive, zona geográfica a la que va destinada el producto , perfil del potencial comprador, etc. Estudios de mercado y sociales que crean nichos de personas a los que se dirigen, en este caso, las motos. Los atrevidos e innovadores, los que siguen la tendencia, etc. Un mundo muy interesante, no me cabe la menor duda. Pero hoy me siento, como me gusta decir, a ras de acera, y hablamos de tubos de escape, carenados y colines.
Para colines y carenados sugerentes, los de esta Kawasaki ZXR 750 Stinger del 89-90. Pero claro, aquí vuelve la normativa a recordarnos que las cosas no se ven igual dependiendo de la edad que tenga el que esta al otro lado de la pantalla. Si tienes entre 20 y 25 años es probable que te eches las manos a la cabeza preguntándote que hace ese “tronco” de escape ahí. Si pasas por poco la treintena puede que te la mires con algo más de permisividad y si eres un cuarentón estas tardando en buscar una palangana para recoger el reguero de babas que estas dejando en el suelo.
Independientemente del uso de materiales y tecnología disponibles para esa época, es curioso ver las formas que dominaban los años 90. Mas tirando a cuadradas pero con aristas poco afiladas. Aunque el reparto de pesos en comparación con una motocicleta actual sea diferente, el efecto visual, en el caso de la Kawasaki ZXR, es de cargar peso en el tren trasero. Sobre todo por el voluminoso escape y por el poco estilizado, que no feo, colín. El carenado y las tomas de aire sobre el depósito daban un aspecto musculoso y masivo.
A partir del 2000 parece que la cosa va cambiado como se desprende de las líneas de esta otra Kawasaki ZX-6R 2006. El cambio es más que notorio y vamos hacia formas muy redondas. El efecto visual de cargar peso delante es evidente hasta el punto de eliminar el escape y situarlo bajo el asiento del sufrido copiloto. El carenado se intenta enrasar con el depósito mediante fibras o plásticos oscuros que no llamen la atención. En la cúpula achatada se nota bastante el cambio.
Aquí el veinteañero puede que piense que la cosa no esta tan mal y hasta se interese por el modelo de 136CV que Kawasaki sacó al mercado. El que pasa por poco los treinta esta en su salsa disfrutando como “un gorrino en un charco”, valga la expresión vulgar. El Forty man tampoco hace ascos a la Ninja y reconoce que no estorbaría para nada en su garaje. Es la que más aspectos en común tiene con todos ya que esta en el punto medio.
Y actualmente ya se ve a cómo esta el kilo de ZX-10. Delgadito y afilado. Curioso, muchas marcas apuestan por los escapes bajos recortados. En competición se usan, (otra variable importantísima) y cuadran con la ligereza que se da al cuarto trasero. Ya no hacen falta piezas para enrasar carenados, parecerían michelines. Nuestra modelo es una flecha que además se esta mordiendo los carrillos de la boca.
Claro, aquí al de 20 años se le supone de enhorabuena. Digo se supone, que de todo hay. De lo contrario nuestro joven puede que haya nacido en un año que no le tocaba en lo referente a gustos. Conste que en según que cosas, a mí me ha pasado tener la sensación de estar en la época equivocada. El de 30 frunce el ceño, seguro que si se da una vuelta con la ZX-10 tendría una opinión diferente. Los puretas, (me incluyo con cariño y chulería en esta “selecta” parroquia), te van a decir que por muy buenas cifras que de la Kawasaki ZX-10, que te quedes con su impecable ficha técnica.
Eso sin contar que no se puede generalizar, claro. Seguro que hay gente de 40 y hasta casi 70, (conozco a uno), que tiran de Ducati 999. Sobre gustos no hay nada escrito, evidentemente. Como digo al principio, creo que se entiende muy bien lo que es evolución de mercado en lo tocante a diseño y estilo libre. En lo referente a mercado puro y duro la pregunta es: ¿Qué nos espera en los próximos años para las deportivas?. Sinceramente tengo mis dudas pero creo que la Ducati 1199 Panigale puede estar marcando una nueva tendencia, al menos, “a calzón quitado”, como se ve en este otro artículo.
Fotos Vía | Kawasaki prensa, Flickr de KsDigital y Dane Khy
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