Si el año pasado la quinta etapa del Dakar fue terrible para los pilotos, este año la segunda y la octava serán recordadas. Sobre todo ésta última, disputada ayer por el Salar de Uyuni y que puso en verdaderos aprietos a pilotos por el extremo frío y a pilotos por las duras condiciones de agua y sal que estropearon gran cantidad de motos.
De todos, el problema más mediático ha sido el de Joan Barreda. Después de la machada del día anterior con el manillar partido, se acabaron sus posibilidades por un acelerador electrónico que no se llevó nada bien con la sal. Sin confirmación, desmontar y montar el manillar pudo haber influido en que apareciese este fallo, pero da igual porque casi todas las motos fallaron, o por una causa o por otra.
Con más de tres horas perdidas al llegar a meta, una gran decepción caía sobre Barreda. Tanta que no quiso hacer declaraciones debido también al enorme esfuerzo físico que tuvieron que hacer él y Jeremías Israel, quien con su moto tiró de Barreda hasta la línea de meta en Iquique para que hoy pudiese tomar la salida. Precisamente el chileno fue el que contó lo sucedido.
Ha sido una etapa infernal… Nuestras motos no están hechas para esto. La de Joan ha sido la primera en resentirse y después le ha tocado el turno a la mía. Hemos tenido que empujarlas para que arrancaran. Después he tenido que remolcar a Joan durante 300 o quizás 400 km, ya no sabría decirte. Solo la he soltado en el descenso final.
Helder Rodrigues, otro de los damnificados, lo resumía en sólo una frase:
Ha sido una etapa desastrosa para todo el equipo.
Domingo y Carlos Fernández son padre e hijo que han decidido hacer el Dakar 2015 juntos. Al igual que los australianos Simon Pavey y Llewelyn, de los que conocemos un poco más su historia. El padre, Simon, es su segunda participación y su hijo, tras verlo prepararse, quiso acompañarlo.
Desde el momento en el que lo vi prepararse para el Dakar, me entraron ganas de ir yo también. Nos prometimos que un día participaríamos juntos. Estoy muy contento de que hayamos podido cumplirlo.
Curiosamente no ruedan juntos como Domingo y Carlos, porque para los australianos, esto puede llegar a ser peligroso ya que ir a un ritmo que no sea el tuyo, ya sea por encima o por debajo, hace que pierdas la concentración y puedas sufrir una caída. No exentos de problemas, entre Antofagasta e Iquique se encontró a su vástago en el suelo tras una caída.
"Llegué y lo vi en un hoyo. Le dolía un poco el tobillo, pero no había nada roto. Ahí sí que aprovechamos la ocasión para pasar algunas dunas y terminar la etapa juntos. Llewelyn pilota bien y es un chico sensato. No me preocupa en absoluto. Nunca conduce al límite.
Estos australianos afincados en Gales se lo toman como un nuevo reto cada día, con Buenos Aires en la cabeza.
Es una prueba difícil, pero me voy viendo mejor conforme pasan los días. La carrera es nueva todos los días, no se repite.
Thomas Berglund es el líder de la clasificación en la categoría de Malles Motos. Su intención está muy clara y es llegar a Buenos Aires entre los 30 primeros, a pesar de correr sin ningún tipo de ayuda. Sería un verdadero triunfo para él sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado abandonó a dos días del final tras reventar el motor de la Husaberg.
Me cargué el motor a dos días de llegar a la meta. He tardado bastante en digerir el mal trago.
Este será el último Dakar del sueco que como Miguel Puertas, es oficial del ejercito y quiere despedirse por la puerta grande:
Será mi séptimo y último Dakar en motos. Me inscribí como Malles Motos por una cuestión financiera. Pero también porque siempre he competido sin asistencia y tenía ganas de que mi última participación en motos fuera un último gran reto. Cuando eres tú el que tiene que preparar la moto al llegar en cada etapa, no hay margen para el error.He sufrido una serie de caídas, pero, por fortuna, la moto ha salido ilesa. Es difícil medirse cuando te gusta atacar, como a mí. Estoy contento con mi primera mitad del recorrido. No estoy desgastado, ni la moto tampoco, y me encuentro a la cabeza de la categoría de motos sin asistencia con media hora de ventaja sobre el segundo. Mi objetivo es conservar esta posición hasta Buenos Aires, pero también me gustaría acabar lo más cerca posible del Top 20 en la clasificación final.
Vía | Dakar