Tras la novena etapa, todo se ha juntado un poco más en cabeza. Marc Coma siente la presencia de Paulo Gonçalves a cinco minutos, un suspiro en este Dakar 2015 en el que las referencia se miden por escasos márgenes de tiempo. Un enganchón en una duna, un despiste buscando un Way Point y se te escaparán todas las posibilidades.
Ayer hubo calor, nada comparable con la etapa 8 del Salar de Uyuni. Y para que nos hagamos una idea del frío que debieron pasar, el reltao de David Pabiska. No hablamos de un piloto que viva en Qatar, no. Hablamos de un checo de 90 kilos que reside en la República Checa y es jugados de hockey sobre hielo. Vamos, que debería estar acostumbrado al frío, ¿no?
Ha sido espantoso. No estaba equipado para soportar tales temperaturas, así que las he pasado canutas, sobre todo al inicio de la vuelta hacia Iquique por el Salar de Uyuni. Nadie quería tomar la pista en tales condiciones. Había mucha agua y al rodar a 170 km/h las motos han quedado recubiertas de sal en seguida. Contrariamente a los demás, he tenido suerte pues no he sufrido problemas eléctricos.
Además y por si no fuese suficiente con el entumecimiento general del cuerpo y en concreto de las manos que a muchos pilotos les impedía frenar al final de la zona de Uyuni, David Pabiska tuvo que aguantar una lesión en una mano tras una caída en las dunas de Antofagasta.
No me ha ayudado en absoluto, pero empieza a mitigarse el dolor.
A pesar de todos los contratiempos, firmaba su mejor posición de esta edición, llegando en el puesto 26 y con el que ascendía al 26 de la general.
Si se dan varios abandonos podré colarme en el Top 20. Terminé el Dakar 2014 en 18ª posición así que tampoco me obsesiona conseguir un resultado mejor este año.
Para acabar, una serie de vídeos de lo que ocurrió tanto en la octava etapa como en la novena. Desde los momentos más destacados hasta los lugares por los que han transitado.
Vía | Dakar