¿Os acordáis que ayer finalizaba la serie de la Copa Rodicar comentando que no había podido ir a recoger el trofeo al estar en Valencia? Pues resulta que fui invitado por Harley Davidson España a disputar la última prueba de las BBQ Series en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. Aquella competición que suscitó debate hace ya algunos meses y que intenté traeros información de primera mano unos días después
Pero como veía que aun así todo seguía más o menos igual, intentaremos volver a avivar un poco más el fuego y, además, comprobar como se comportar una Harley Davidson XR1200 en circuito. Y antes de que os rasguéis las vestiduras, os comento que carecía de experiencia anterior en circuitos de velocidad, por lo que no esperéis tiempos de primera línea del CEV. Y además, ciertos pequeños problemas en una de las unidades no me permitieron dar suficientes vueltas en entrenamientos. Eso si, pude sacar alguna que otra conclusión, pero vayamos por partes.
Harley había dispuesto un dos equipos para prensa, con sendas XR1200 y Buell 1125R. Cada equipo, formado por dos periodistas, disponía de dos mecánicos y un jefe de pista para comunicarse con el piloto en el muro. Los medios dispuestos por Harley fueron impresionantes, y en todo momento me sentía en el seno de un equipo oficial.
Para los que no hayan disputado nunca una carrera o no hayan estado en circuito, lo primero que tuvimos que hacer fue pasar las correspondientes verificaciones. Primero, las administrativas, en las que se veía que los pilotos disponían de la correspondiente licencia federativa en regla y se repartían los transponders para el fin de semana.
Luego, las verificaciones técnicas, tanto del piloto como de la moto. Las de la moto, pues más o menos, son que disponga de dispositivo de paro, todos los tornillos fijados con alambre, manetas y estriberas acabadas de forma roma, etc. ¿Y para el piloto? os preguntareis. Pues también lo normal, que tenga cabeza, brazos, piernas... ¡no hombre! Se revisa que todo su equipamiento este correcto, con las correspondientes homologaciones y protecciones, para que pueda correr de forma segura.
A continuación, todos a la sala de reuniones para el correspondiente briefing de pilotos, en el que el director del circuito recuerda a todos el significado de las banderas, actuación de los comisarios y demás. Además, se entrega un documento con toda esta normativa a cada uno. Por su parte, el responsable de Pirelli y Metzeler toma la palabra para recomendar que se usen como neumático para los entrenamientos y la carrera los Pirelli SC2 en presiones 1.9 bares detrás y 2.1 delante. El asfalto se encuentra a únicamente tres grados, así que nada de diabluras en las primeras vueltas.
En el box, cuatro pilotos, dos con experiencia y dos con poca experiencia, repartidos en uno y otro equipo. Disponemos de treinta minutos de entrenamientos libres y treinta de entrenamientos cronometrados, tanto para la Harley como para la Buell. Para los primeros, estaremos quince minutos cada uno sobre la moto, con lo que me centraré en aprenderme el circuito, pues nuestro equipo no cuenta para los tiempos ni para la carrera, por lo que no tenemos exigencias de ningún tipo. ¿Equipo oficial y sin presiones? Me siento como Jorge Lorenzo.
La primera en salir a pista, la XR1200 con el compañero Josep a los mandos. Quince minutos después me toca, nervioso como un flan. Los tiempos rondan los dos minutos, así que podré dar cuatro vueltas completas más la vuelta de salida y entrada a boxes con el fin de conocer el circuito.
Todo me parece extraño: la moto, por un lado; la velocidad, pues en supermotard no solemos alcanzar velocidades superiores a los 140-150 kilómetros por hora; la postura y sobre todo, las frenadas prolongadas. Estoy acostumbrado a utilizar la referencia visual de la curva para frenar, en circuitos de 5 o 6 metros de ancho y aquí no sirve. Me doy cuenta de que los carteles de distancia a la curva sirven y mucho, además de detalles como pianos y viales laterales. Decelerar de 200 a 80 a ojo a final de recta puede hacer que te compres una parcelita en Cheste, y al precio que están los pisos, casi mejor que no.
Hago un penoso mejor tiempo de 2:08´000, mientras que el resto de los mortales (también aquí hay gente que parece de otro planeta, y prefiero no saber sus tiempos de momento), están rodando en los dos minutos pelados.
Llego al box y me preguntan que tal. La moto, se menea bastante desde que suelto frenos hasta que llego al vértice de la curva. Luego ha mejorado un poco, por lo que me imagino que sea cuestión de temperatura de neumáticos. O eso, o sigo tan nervioso que contagio el tembleque a la moto. Para los cronometrados, endurecerán un poco la extensión detrás, con el fin de que la moto no vaya tan suelta.
Ahora viene lo gordo, la Buell 1125R. Y yo todavía no creo que me haya aprendido todo el circuito.
Continuará...
Fotos | Harley Davidson