La movilidad eléctrica está creciendo y en el mundo de la moto está estrechamente asociada con el ámbito urbano. Los servicios de motosharing son un buen ejemplo de este consorcio así como la oferta creciente de scooter de cero emisiones.
Los problemas de recarga son inherentes a cualquier vehículo que tenga baterías y en el caso de las motos también existe conflicto. Pese a que las baterías suelen ser extraíbles, conseguir un sistema de recarga sencillo no es fácil. Existe un proyecto que se pondrá en marcha en septiembre en París que busca solucionar este problema a través del swapping, el intercambio de los módulos en taquillas distribuidas por la ciudad.
Las taquillas de recarga para motos eléctricas, una idea que viene de lejos
La idea de crear un sistema de estaciones de recarga de motos eléctricas en la ciudad viene de lejos. Han sido varios los proyectos que han propuesto esta idea a lo largo de los últimos años y cada empresa lo interpreta a su manera. Bien es cierto que el objetivo en todos ellos es común, y es hacer desaparecer la ansiedad de autonomía que existe en los usuarios de motos eléctricas.
Uno de los más sonados es el de Gogoro, la marca de scooter taiwanesa, que tuvo presencia en España con el mal logrado servicio de motosharing COUP, tiene implantado este tipo de servicio de intercambiadores de batería en su mercado local.
Kymco también cuenta con una estrategia a medio plazo para la electrificación de su gama. El fabricante propone módulos de batería compatibles entre todos sus modelos pero en un principio apuesta por la recarga en el hogar gracias a un sistema de baterías extraibles, de tamaño compacto y de peso no excesivo.
La empresa catalana Silence también está muy atenta a los movimientos que suceden en el swapping de baterías y, aunque por el momento no ha dado el paso definitivo, sí que está un paso por delante de las demás marcas en cuanto al aprovechamiento de los módulos de batería más allá de la moto.
La extensa presencia del motosharing de Acciona, con más de 10.000 motos Silence S02 en Europa, podría ser un campo de investigación idóneo para las estaciones de recarga de ámbito urbano como ya lo es para conocer el desgaste de las motos y de las propias baterías en el uso intensivo. La buena relación de la empresa con Repsol podría ayudar a aclarar el posicionamiento de estas taquillas de swapping aprovechando las estaciones de servicio de la empresa petrolera.
Esta solución de recarga será una realidad en París a partir de septiembre
Madrid no es la única ciudad europea que es un laboratorio para la nueva movilidad y hay otras grandes urbes como es el caso de París o Milán que no se cansan de aceptar propuestas de todo tipo. El caso de la capital francesa es notorio y será la primera que cuente con una red de taquillas para el swapping de baterías de scooter eléctricas.
La empresa que lo llevará a cabo es Zeway y lo que propone es un renting a particulares con una cuota fija al mes de 130 euros que incluye el uso del scooter a nivel particular y el acceso ilimitado a las taquillas de baterías que se detectan a través de la App específica de la compañía, que también monitoriza el scooter. El seguro de Allianz también viene incluido en la cuota así como el servicio de reparación.
Los responsables de Zeway prometen la colocación de las estaciones de carga como máximo a 2 kilómetros de distancia una de otra y precisan que el tiempo que se tarda en realizar el intercambio de baterías es inferior al minuto.
El scooter eléctrico elegido es de tipo ciclomotor, por lo que la velocidad máxima es de 45 km/h. Los consigue gracias a un motor de origen Bosch de 3kW montado en la rueda trasera. Cuenta con dos pinzas de freno de disco y sistema CBS, lo que garantiza según la compañía una buena seguridad. Tiene tres modos de conducción (Eco, Ride y Sport) además de marcha atrás e incorpora un top case con 40 litros de capacidad.
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