Era un secreto a voces. El equipo LCR de Lucio Cecchinello en MotoGP recibirá en 2018 una segunda moto para hacer compañía a un hasta ahora solitario Cal Crutchlow, y su nombre es Takkaki Nakagami. El japonés que actualmente milita en Moto2 subirá a la categoría reina cumpliendo el sueño de Honda de contar con un piloto nipón en sus filas después que Hiroshi Aoyama.
Fue precisamente con el equipo LCR Honda donde Aoyama recaló en la temporada 2010 de MotoGP y su última temporada con la marca del ala dorada fue al año siguiente con otra Honda en la escuadra de Fausto Gressini. Para 2018, HRC quiere recuperar el sueño oriental contando con los servicios de un aún joven Nakagami con 25 años.
Una segunda moto para LCR, pero con condiciones
Actualmente Nakagami suma una victoria y 12 podios en la categoría intermedia, pero esta temporada anda un poco despistado con una séptima posición en la general, 79 puntos por los 207 de Morbidelli y sólo tres podios en su casillero. El año pasado fue sexto a final de temporada con tres podios y una victoria en el Gran Premio de Holanda.
Y es que la regularidad no es precisamente el punto fuerte del japonés que hace como los Ojos del Guadiana, que un día están arriba y al siguiente desaparecen por completo, alternando grandes resultados tanto en carreras como en entrenamientos con carreras en las que sufre para mantenerse dentro de la zona de puntos.
Al menos debemos romper una lanza a su favor diciendo que no se cae demasiado, con sólo tres abandonos desde el comienzo de la temporada 2016, pero sólo con eso quizá no sea suficiente para ser competitivo en la categoría máxima.
Según Lucio Cecchinello, en el equipo "estamos muy felices de confirmar que Takaaki Nakagami será un nuevo integrante de nuestro equipo, una escuadra que expandirá su plantilla. Este proyecto, junto con Cal Crutchlow, confirma nuestra ambición deportiva. Estamos muy motivados para trabajar con Taka, porque ya ha mostrado su potencial". Un potencial que en realidad debería ser algo más que podios esporádicos.
Y es que Nakagami contará con contrato directo con HRC y consideración de piloto oficial de la marca, algo que sólo unos pocos afortunados han conseguido en el pasado fuera del equipo oficial de la marca como fue el caso de Jack Miller, el único piloto en saltar directamente desde Moto3 a MotoGP y que para 2018 ya no cuenta con el beneplácito de la firma japonesa pese a su victoria de 2017 en Assen, teniendo que buscar suerte en el Octo Pramac Racing a bordo de una Ducati.
Yoshishige Nomura, Presidente de Honda Racing Corporation, hacía hincapié en el valor que tiene el fichaje de Nakagami afirmando que valiéndose de su pasión y pilotaje, se convertirá en referencia para las generaciones más jóvenes en Japón, y en toda Asía", lo que apunta a un movimiento más corporativo y de marketing que de claro valor deportivo por parte de Honda.
Por su parte Nakagami, como no podía ser de otra manera, se mostraba extremadamente satisfecho con el anuncio: "Desde que pilotaba cuando era niño, siempre he querido llegar al primer nivel. Esta oportunidad se ha convertido en realidad gracias a mis colaboradores y mis fans. Ahora me concentraré en las siete carreras que quedan en Moto2. Seguiré mejorando mis habilidades para el próximo año".
Después de que un grave fraude se llevase por delante (y con motivo) CMW, el patrocinador principal del equipo LCR, Crutchlow ha ocupado la única moto del equipo. Tras muchos intentos y grandes resultados deportivos incluidas las dos victorias del británico en la campaña 2016, Cecchinello volverá a contar con una segunda moto, una montura con el apoyo de Honda pero condicionada de forma directa a la subida de Nakagami.
Veremos cómo funciona el arreglo en 2018.