Ni 10 días después de que Tito Rabat tuviera un aparatoso accidente durante los test de MotoGP en Montmeló en el que el piloto tuvo que ser evacuado por las asistencias de la pista y su moto terminase calcinada sobre la puzolana, el dorsal 53 volverá a subirse a su Ducati para disputar el Gran Premio de Italia.
El accidente de Rabat se produjo a una velocidad próxima a los 160 km/h en la última curva del Circuit de Barcelona-Catalunya, un viraje muy rápido que se ha vuelto a abrir tras la remodelación posterior al fallecimiento de Luis Salom y el reciente reasfaltado completo de la pista catalana.
No estará al 100% pero hará lo posible por sumar puntos
En un primer momento el entorno de Rabat sospechó que pudiera haber una fractura en su brazo izquierdo pero por suerte, después de realizarle un primer examen en la clínica de la pista y su posterior ingreso hospitalario, se descartó la rotura de ningún hueso. Aún así el piloto del Reale Avintia sí tuvo que pasar por quirófano por una rotura muscular severa.
Tras la intervención llevada a cabo por el doctor Xavier Mir en la Clínica Dexeus de Barcelona, Tito ha estado tratando de recuperarse lo más rápido posible bajo tratamientos de fisioterapia y crioterapia que le han ayudado a estar en condiciones suficientes para correr en Mugello.
Obviamente el piloto catalán no va a estar al 100% de sus capacidades físicas, ni siquiera ha podido entrenarse durante esta semana. El último paso que le queda por salvar a Rabat es que los médicos de la pista le den el visto bueno para subirse a su Desmosedici.
Este año Tito tiene motivos para estar contento. El cambio de equipo de Marc VDS a Reale Avintia y por consiguiente de moto de Honda a Ducati le ha llevado a sumar puntos y luchar regularmente por el top 10. Actualmente Rabat ocupa la decimoprimera posición de la general con 24 puntos pese a no haber logrado terminar la carrera en Francia.