Las marcas japonesas de MotoGP están en problemas. Honda y Yamaha se han ido quedando descolgadas con el paso de los años hasta llegar a un punto que la organización ha tenido que darle concesiones. Pero, de forma silenciosa, algo ha ocurrido en los últimos años: Honda ha cazado a Yamaha en una lucha por todo lo bajo.
Hace solo un año y medio, Fabio Quartararo fue subcampeón del mundo de MotoGP con una Yamaha y peleó por el título hasta la última carrera en Valencia. Eso fue en 2022, una temporada en la que Honda no ganó ninguna carrera. Dos años después, Yamaha y Honda están al mismo nivel, y eso guarda una revelación: los motores en línea están desfasados.
Hace un año y medio Yamaha luchaba por el mundial; hoy está a la par de Honda
La temporada 2020 fue un punto de inflexión en MotoGP. No solo por la pandemia o la lesión de Marc Márquez, sino por la introducción de unos neumáticos de Michelin más anchos que justificaron la escalada aerodinámica en el mundial. Sin saberlo, fue el principio del fin para Yamaha.
De primera, las motos con motores en línea, Yamaha y Suzuki, salieron beneficiadas. De hecho, el podio del mundial de 2020 lo formaron Joan Mir con Suzuki, Franco Morbidelli con Yamaha y Álex Rins con Suzuki. En 2021 el campeón fue Quartararo con la Yamaha, pero ya se empezó a vislumbrar que el tiempo de los de Iwata estaba pasando.
Los motores en línea generalmente han dado un mejor paso por curva, y por eso pudieron explotar los neumáticos más anchos. Pero la escalada aerodinámica ha permitido a los que usan motores V4 igualar o incluso superar el paso por curva de los cuatro en línea manteniendo una gran potencia en recta.
Quizá eso es lo que vio Suzuki antes que nadie para tomar la decisión de irse de MotoGP. Ahora Yamaha es la única marca que queda en pista con motores en línea, y la situación es complicada: Honda les ha alcanzado en rendimiento. En 2022 Quartararo luchó por el título hasta la última carrera y Honda solo hizo dos podios en todo el año. Ahora están a la par.
En Losail la mejor moto japonesa fue Quartararo, undécimo, pero con Johann Zarco con la Honda entrando pegado a su escape en la duodécima posición. Álex Rins ni siquiera pudo puntuar, cuando hace un año, en su debut con la Honda, acabó décimo en Portimao. Las marcas niponas están a la par, y eso solo significa una cosa.
Mientras que Honda sí que ha evolucionado en los últimos años, aunque sigan igual de lejos de Ducati porque ellos también crecen, Yamaha se ha quedado anclada en un concepto que ya no sirve para MotoGP, y que tendrán que arrastrar como mínimo hasta 2027. Dicho de otro modo, ni las concesiones traen esperanzas para Iwata.