Ya estamos en el circuito Ricardo Tormo de Cheste y aunque el tiempo no acompaña en estos entrenamientos del viernes el ambiente y bullicio del paddock es el habitual. Pero además en este último Gran Premio de la temporada casi todos los pilotos, equipos, periodistas, organizadores y demás, rinden su particular homenaje a Marco Simoncelli. Nunca he visto tal cantidad de “cincuenta y ochos” en motos, camiones, hospitalities y cascos.
No cabe duda que la perdida de Marco ha dejado una profunda huella en el mundial. Y además, estoy seguro que muchas de esas pegatinas se harán un hueco definitivo en los carenados, cascos y motos de los pilotos al igual que en los aficionados de todo el mundo. Os dejo unas cuantas imágenes en las que podéis comprobar lo que os estoy contando. Desde el más veterano Loris Capirossi luciendo como dorsal frontal en su moto el 58, hasta el piloto más discreto de 125 tiene su lugar reservado para Marco.
Polémico, indómito, alegre, siempre con su sonrisa Sic y el 58 permanecerá en el tiempo como algo más que un número. Todo un símbolo.