Saliendo desde la cuarta posición de la parrilla Marc Márquez era consciente de que la carrera del Gran Premio de San Marino no iba a ser coser y cantar. Si todo hubiera ido bien en el circuito Marco Simoncelli, Marc tenía la posibilidad de haberse proclamado Campeón del Mundo de MotoGP en la próxima carrera del Gran Premio de Aragón.
Tras la caída en la décima vuelta esa opción se ha desvanecido por querer jugar en la mesa de los mayores contra un Valentino Rossi que tenía las mejores cartas. Aunque finalmente ha conseguido sumar un punto quizá debería haber tenido un poco más de paciencia y haber dejado a los chicos de Yamaha hacer su carrera y asegurar el tercer puesto.
Estoy contento de cómo ha ido hoy –a pesar de la caída por culpa de mi primer error de la temporada–, porque ayer no pensaba que pudiera estar con Valentino y Jorge durante la carrera. Ambos tenían algo más de ritmo que nosotros, pero hoy hemos sido capaces de estar con ellos. He visto la posibilidad de luchar con Valentino por la victoria, pero no ha podido ser por culpa de mi error. He pasado por encima del piano y la rueda delantera ha perdido adherencia. Afortunadamente he podido reincorporarme a la carrera y continuar con un buen ritmo, lo que me ha permitido finalmente sumar un punto que puede tener su valor a final de temporada.
Te guste más o te guste menos lo cierto es que Marc Márquez tiene un talento indudable y no sólo eso, sino una capacidad de esfuerzo, superación y tesón de la que pocos pueden presumir. Con más de tres carreras de ventaja en la general no tenía necesidad ninguna de entrar en lucha con un Valentino Rossi crecido jugando en el patio de su casa.
Eso de sacar la calculadora no va con él, de hecho no quiere saber nada, él sale a ganar cada vez que se apaga el semáforo y puede que en algún momento le pase factura. Ha entrado al trapo contra Valentino en un circuito que el italiano domina y ha forzado el primer error en carrera del español. En un escenario distinto, sin una ventaja tan abultada, quizá le habría costado algo más valioso que unos pocos puntos.
Pero más allá de eso, sabiendo que aún quedaban otras cinco carreras por delante con un colchón como para hacer tres ceros consecutivos y aún mantendría el liderato, después de haberse ido al suelo ha tenido el coraje de levantar la moto, arrancarla y reincorporarse último. Al final ha conseguido un punto in extremis pero que podría ser decisivo al final de la temporada. Todo suma.
Y diréis: ¡pero hemos visto reincorporarse cientos de veces a pilotos que iban en cabeza tras una caída! pues sí, pero posiblemente ellos estarían más necesitados de sumar puntos de lo que estaba ayer Marc Márquez.
Eso sí, el próximo fin de semana en Aragón ya sabéis que seguramente toque un nuevo episodio de síndrome de abstinencia de victoria para Marc que querrá superar con un chupito de espumoso desde lo más alto del podio.
Foto | Repsol Media
En Motorpasión Moto | GP San Marino