Tremenda carrera de Tito Rabat de principio a fin. Vale, sí, la carrera ha sido más bien aburrida y ha estado marcada por adelantamientos puntuales al inicio y al final de la misma. El actual líder del campeonato y máximo aspirante al título, ha probado una vez más ser el rival a batir después de un fin de semana redondo en el que se adaptó a la perfección al trazado argentino.
Puede que su espectacular rendimiento haya tenido algo que ver el hecho de haber sido uno de los pocos pilotos que pudieron rodar en Termas de Río Hondo en 2013. Pero este argumento se cae si comparamos sus tiempos con los de Nico Terol, todo un campeón del mundo que también conocía el circuito. En las claves de Moto2 no sólo nos centramos en el gran papel de Rabat, sino también en esos hechos que han facilitado la victoria y/o el papel de otros pilotos que también han brillado, a su manera.
La importancia de una salida rompedora. Mientras otros pilotos como Thomas Luthi perdían puestos nada más apagarse el semáforo, Tito salía escopeteado desde la pole position. No sólo no ha perdido su ventajosa posición, sino que ha conseguido ganar unos metros sobre sus perseguidores. Llegar a solas a la primera curva sin sustos por adelantamientos agresivos le ha servido para encontrar su propio ritmo desde el inicio. Primero de principio a fin, imbatible.
Simone Corsi, amo del caos. Durante los primeros giros, Simone Corsi consiguió hacerse paso hasta el top 5 a base de duros adelantamientos. Aunque ha habido investigación por parte de Dirección de Carrera como en Moto3, Corsi sacó de la traza y del circuito a Jonas Folger. Metros después entraba pasado para adelantar a Maverick Viñales, tercer clasificado. La colada de ambos dejó libre el hueco para que entrara Luis Salom. Luis no sólo ganaba dos puesto sino que tenía vía libre para rodar a su aire y lograr la primera vuelta rápida de carrera. Maverick se fue al suelo intentando recuperar el espacio perdido.
La llegada de Aegerter. Que Dominique llegara terminó complicando la carrera de Corsi. Éste, que se esforzaba por retener a Salom tras su colín, disminuía el ritmo de carrera y, sin quererlo, facilitó el trabajo de Aegerter. Ya detrás del rebufo de la lucha por el podio, el suizo esperó su oportunidad hasta el último giro.
El tirón de Salom. Luis se mostró muy inteligente planteando la carrera cuando, a tres vueltas del final, pasaba a Corsi. En vez de esperar a una batalla que podía acabar con alguno de los dos pilotos en el suelo, pasó tan rápido y seguro como pudo para acto seguido dar gas sin contemplaciones. Ese último empujón le valió la vuelta rápida de la carrera y un cómodo colchó para pasar tercero con tranquilidad. De momento el plan de Sito Pons funciona a la perfección, cuando no es Maverick, es Luis.
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