Marc Márquez rescata el viejo valor de la fidelidad y pasa de la moda de ganar con varias marcas en MotoGP
Hubo una época en la que los grandes corredores estaban asociados a una única marca. Kevin Schwantz era el piloto de Suzuki, Mick Doohan el de Honda y Kenny Roberts fue el de Yamaha hasta que empezó a serlo Wayne Rainey. La fidelidad era algo que ni se cuestionaba en la antigua categoría de 500 cc.
Pero entonces llegó Valentino Rossi y cambió el paradigma. Lo que molaba ahora era ganar con motos diferentes. Primar al piloto por encima de la moto. Demostrar que él era el que de verdad valía. Ganó con Honda, fue leyenda en Yamaha y no pudo ganar también en Ducati porque llegó en el momento más inoportuno. Pero lo intentó.
El contrato de Márquez con HRC pone en jaque todos los récords históricos del mundial
Desde entonces, la moda fue intentar diferenciarse ganando con varias marcas. Tras Rossi, Casey Stoner también cambió Ducati, donde lo tenía todo, para ganar con Honda. Y Jorge Lorenzo se marchó de Yamaha para intentarlo precisamente con Ducati, con bastante menos éxito que el australiano.
Ha tenido que ser, quién si no, Marc Márquez el que cambiase de nuevo el paradigma de MotoGP. El hexacampeón quiere ser leyenda de Honda y solo de Honda, de nadie más. Por eso firma un contrato histórico por cuatro temporadas totalmente a contracorriente en los tiempos que corren en MotoGP, donde renovar por dos años ya es un milagro.
Márquez probablemente sea el primer piloto de la historia que sabe a ciencia cierta dónde va a correr las próximas cinco temporadas. Hay que pararse a reflexionar en lo bueno que debe ser un piloto para que una estructura eminentemente ganadora como es HRC le firme un contrato por cuatro temporadas. Márquez va a ser el amo y señor de Honda.
Pensar en lo que pueden conseguir juntos en estos próximos cinco años es aterrador. Basta con decir que desde 2013 hasta ahora, en siete temporadas de MotoGP el piloto español ha ganado seis mundial, ha conseguido 56 victorias y ya es el máximo poleman de la historia de la categoría reina, con 65.
Márquez es uno de esos pilotos tan buenos que no solo aprende de sus propios errores, sino también de los de los demás. Incluso de los que cometen fuera de la pista. Hoy en día en MotoGP los ecosistemas son muy frágiles, y romper el tuyo propio te puede hacer pasar muy rápido de ser el primero a terminar el último. Que le pregunten a Jorge Lorenzo o a Johann Zarco por sus 2019.
9️⃣3️⃣ FOUR MORE YEARS 9️⃣3️⃣@marcmarquez93 will remain with HRC until the end of 2024.https://t.co/D3gyTfwnEo#4MoreYears pic.twitter.com/mCjfqJpZbU
— Repsol Honda Team (@HRC_MotoGP) February 20, 2020
La imbricación de Márquez con Honda y con la RC213V es tal que ahora mismo parece un dúo imbatible. Hagan la prueba. Piensen honestamente en quién de verdad podría batir a Márquez en la temporada 2020 en el cómputo global de las 20 carreras. Ni con los problemas de hombro del campeón y las dificultades que le está dando Michelin a Honda parece factible que pierdan.
MotoGP está pasando por una etapa de cambio generacional. Grandes leyendas que pudieron pelear contra Márquez, como Valentino Rossi, Jorge Lorenzo o Andrea Dovizioso, comienzan a ceder terreno a los jóvenes del futuro. Los Fabio Quartararo, Álex Rins o Maverick Viñales que poco a poco van buscando su espacio. Mientras el relevo se produce, un gran tiburón llamado Márquez amenaza con arrasar con todo.
Porque que a nadie se le escape que el contrato de cuatro años de Márquez con Honda es un acuerdo hecho para arrasar con todos los récords históricos. Por ejemplo, en número de mundiales Márquez está a siete de Giacomo Agostini. Lejos, sí. Pero recordemos que cuando termine el contrato que acaba de firmar con Honda tendrá solo 31 años. Y si hace pleno llevará doce mundiales más uno.
Lo que sí está muy a tiro es el récord de mundiales en la categoría reina. Agostini tiene ocho, Rossi siete y Márquez seis. Se haría raro que en estos cinco años el piloto catalán no se pusiese al frente de la lista. El del número de victorias también está a tiro. Agostini cuenta con 122 y Márquez con 82. Viendo las ampliaciones que está sufriendo el calendario, el de Honda va a correr como mínimo 100 carreras más de MotoGP. Si mantiene, o incluso empeorando un poco, el 44% de efectividad que tiene ahora mismo, lo batirá.
Como decimos, los ecosistemas en MotoGP son muy frágiles, y las posibilidades de lesionarse muy altas, sobre todo en un piloto que se cae tanto como Márquez. Pero si le respetan las lesiones, este contrato que acaba de firmar con HRC supone un vuelco al paradigma histórico de MotoGP. Nombres que parecían inamovibles temen por su puesto.
Ducati se queda sin Márquez y sin rival viable para Márquez
Otra cosa es cómo deja esto el mercado de MotoGP. Sobre todo para una marca, Ducati. Yamaha ya se ha asegurado su pareja antiMárquez en espera de que al menos uno de los dos dé el salto de regularidad para competir contra Honda. Parece que Suzuki está muy cerca también de asegurarse a Álex Rins, y a Joan Mir, hasta 2022. Pero en Borgo Panigale todo es voluble.
Andrea Dovizioso empezó a insinuar esta semana que su futuro bien podría ser de otro color que no sea el rojo. Y es que no debe agradar que tras tres subcampeonatos mundiales consecutivos, y siendo el único piloto de la parrilla actual, Rossi aparte, que ha demostrado poder luchar con Márquez durante todo un mundial, no sea ni la primera ni la segunda ni la tercera opción de Ducati.
Por supuesto, Danilo Petrucci no es más que un convidado de piedra que mucho tendría que mejorar en 2020 para seguir en Ducati. Pero las opciones fuera cada vez decaen más. Tanto Johann Zarco como Jack Miller parecen muy poca cosa para poder competir contra Márquez. La esperanza, quizá, es que Pecco Bagnaia dé un salto de calidad que ahora mismo ni se intuye.
Oh how we've missed that rear wheel floating along into corners 👌#SepangTest Day Two just moments away now pic.twitter.com/RtU2KQ7huW
— Repsol Honda Team (@HRC_MotoGP) February 8, 2020
Fuera del entorno Ducati, y de los pilotos que ya han renovado o están a punto de hacerlo, hay un nombre que brilla con luz propia, y que quizá esté pasando un poco por debajo del radar en este mercado. Se trata de Pol Espargaró, la estrella de KTM, y conforme se van confirmando manillares para 2021 más peso va ganando su figura en el mercado. Al fin y al cabo, el sí sabe lo que es luchar, y a veces ganar, contra Marc Márquez.
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