Marc Márquez quiere dejar visto para sentencia el título en uno de sus circuitos fetiches
Todavía con la resaca del fantástico duelo que protagonizaron Fabio Quartararo y Marc Márquez en Misano llega el Gran Premio de Aragón, la tercera carrera española del calendario. En ella Marc Márquez puede ponerse ya a las puertas de su sexto campeonato de MotoGP, octavo entre todas las categorías.
A Márquez le basta con ganar las dos próximas carreras, Aragón y Tailandia, para ser matemáticamente campeón del mundo. En MotorLand está invicto desde 2015, entre otras cosas porque las particulares características del circuito se amoldan a la perfección al pilotajes del campeón español.
Márquez está invicto en Aragón desde 2015
Y es que el de Alcañiz es uno de esos circuitos de izquierdas donde Marc Márquez impone su ley. Son cinco los trazados del actual calendario que se consideran de izquierdas, es decir, en los que las curvas a derechas no son mayoritarias. Además de MotorLand, están Austin, Saschenring, Phillip Island y Cheste, y en todos ellos Márquez es dominador absoluto.
En Aragón en concreto, Márquez ha ganado siempre que no se ha caído, lo que le sucedió en 2014 y 2015. Desde entonces, el de Honda no ha cedido ni un punto en uno de sus fortines del campeonato. Esta temporada, en la que Márquez está pilotando a su mejor nivel de siempre, tiene que ser el gran favorito para la victoria.
Márquez ya no corre para ganar este título, que tiene prácticamente en el bolsillo y, salvo sorpresa mayúscula, certificará en Buriram. Corre para superarse a sí mismo. En 2014 firmó la temporada más portentosa nunca vista en MotoGP, con 362 puntos y trece victorias. De momento este año lleva 275 puntos y siete triunfos a falta de seis Grandes Premios.
Terminando tercero en todas las carreras que quedan le bastaría para batirse a sí mismo, e incluso se podría permitir alguna cuarta posición. Teniendo en cuenta que, salvo cuando se cayó yendo líder en Austin, Márquez ha terminado primero o segundo en todas las carreras de 2019, el récord es un objetivo bastante plausible.
Lo de Márquez en 2019 está siendo cátedra de pilotaje que conviene poner en perspectiva. Excluyendo la mencionada caída de Austin, que era una victoria que tenía en la mano en otro circuito de izquierdas, lo cierto es que Márquez ha llegado con opciones de victoria a la última vuelta de todas las carreras salvo la de Assen.
Perdió el cuerpo a cuerpo final en Catar, Mugello, Austria y Silverstone, y solo eso impide que el número de victorias de Márquez en 2019 sea absolutamente ridículo. Visto lo visto, no se espera mucha oposición de cara a un triunfo de Márquez en MotorLand que sería la penúltima pieza del castillo de su sexto mundial.
Yamaha, la gran alternativa a Márquez
La gran alternativa podría ser Yamaha. Los japoneses ya se quedaron muy cerca de reconquistar Misano el pasado fin de semana, pero Márquez les derrotó. En el pasado han sido los únicos capaces de derrotar al español en MotorLand, gracias a los dos triunfos de Jorge Lorenzo en 2014 y 2015. Aragón podría ser otro territorio en el que avanzar.
Además Fabio Quartararo llegará con ganas de revancha. 'El Diablo' del Petronas ya lleva varias carreras oliendo su primera victoria en MotoGP, pero por una razón u otra siempre se le escapa. Aragón no es el terreno más propicio, en vista del dominio histórico de Márquez, pero precisamente por eso sería donde podría ser más sonada.
Será muy interesante también comprobar si KTM consolida en Aragón el fenomenal rendimiento que demostraron en Misano, aunque quizá el circuito le sea algo menos favorable. La figura de Pol Espargaró, llevado en volandas por la afición española, debe ser el faro que siga guiando el progreso de KTM en MotoGP.
En cuanto a Ducati, muchas dudas. Ganaron aquí la primera carrera de la historia del circuito, en 2010 con Casey Stoner, pero a priori no es ideal para ellos. Además la Desmosedici GP19 parece haber tocado techo demasiado pronto, así que previsiblemente será otro fin de semana de "no ver a Márquez", como dice Andrea Dovizioso.