La temporada 2017 del Campeonato del Mundo de MotoGP se acaba, y si bien por muchos motivos está siendo la mejor de los últimos años, Jorge Lorenzo posiblemente no opine lo mismo en cuanto a lo que se refiere a sus resultados. Si bien ya ha subido al podio en dos ocasiones (Catalunya y Aragón), al piloto balear sólo le quedan tres carreras si quiere conseguir la victoria en su primer año con Ducati.
El ansiado premio que persigue Lorenzo sería la materialización de sus objetivos tras pasar nueve años subido a una Yamaha, pero por el momento los laureles parecen estarle siendo esquivos. Este fin de semana se enfrentará al Gran Premio de Australia con la certeza de que las cosas han cambiado mucho desde que estuvieron en los entrenamientos de pretemporada.
"La victoria está cada vez más cerca"
Desde que Lorenzo y su Ducati estuvieron por primera vez en Phillip Island han pasado ocho meses. A mediados del mes de febrero el mejor tiempo que logró el 99 fue un mediocre undécimo puesto en la tabla, pero desde entonces han cambiado mucho las cosas en el box de Borgo Panigale y Lorenzo se muestra confiado para hacerlo, como poco, mejor que a principios de año.
Lorenzo en realidad se quedó un tanto desconcertado puesto que "este año, en los Grandes Premios donde tenemos más expectativas no acabamos de hacer buenas carreras y a veces donde menos te lo esperas logramos mejorar mucho". En cualquier caso y ante la posibilidad de tener que ayudar a Dovizioso en la lucha por el título asegura que es "demasiado pronto para sacrificar mi primera victoria", en cambio, si estuviéramos hablando del GP de Valencia y Dovizioso se jugase el mundial sería otro escenario donde Lorenzo no descarta ayudar a su compañero de equipo.
"La carrera de Motegi no fue como esperábamos pero ya estamos pensando en Phillip Island", aspostillaba Lorenzo, sabedor de que en Japón perdieron una oportunidad de oro para estar delante en carrera. Jorge ve que "la victoria está cada vez más cerca", y para conseguirla confía en proseguir adaptándose a su moto y consolidando su pilotaje sobre la Ducati.
"En Australia de momento tenemos la obligación de mejorar con respecto a la pretemporada, donde nos costó mucho rodar rápido". La parte positiva es que Lorenzo se ve mucho más preparado que hace ocho meses, con una moto a la que ya entiende mejor y que puede pilotar conforme a su estilo, cargando más peso delante y sabiendo el punto exacto donde debe abrir gas para hacer girar la moto".
Como siempre en Australia, la mayor incertidumbre será el clima: "Hay que ver qué tiempo tendremos porque normalmente hace mucho frío y este puede ser un factor clave para el setting y los neumáticos". Si vuelve a llover quizá Lorenzo se tenga que conformar con otro sexto puesto como el de Japón.
Curiosamente es el piloto que ha pasado más veces en cabeza por meta en los cinco últimos GG.PP., en total ha rodado 41 vueltas en primera posición. Veremos si en Phillip Island, un circuito donde ha ganado en tres ocasiones (una MotoGP en 2013 y dos en 250 cc en 2006 y 2007).
Fotos | Ducati Press