Honda llega a casa para sentenciar el mundial de marcas en plena crisis subterránea
Es imposible decir que una marca que acaba de ganar el Campeonato del Mundo de MotoGP de pilotos y está a punto de sentenciar también el de constructores está en crisis. Sin embargo la situación de Honda puede ser la más cercana a eso que hemos vivido desde que existe el mundial de velocidad.
Los del ala dorada llegan a la carrera de casa con la punta del iceberg muy reluciente, pero lo que se esconde bajo el agua es mucho más turbio. En Motegi, a Honda le basta con que su motor moto quede por delante de la mejor Ducati para poner el título de constructores al lado del de pilotos que ganó Marc Márquez en Tailandia, pero las dudas son muchas en el resto de pilotos.
Otra victoria de Márquez le daría el título a Honda
Al fin y al cabo, el sistema de puntuación del mundial de constructores ha beneficiado a Honda. Ahí solo cuenta el mejor resultado de cada marca, por lo que los éxitos de Márquez han sido los de Honda. Es un campeonato que va de la mano del de pilotos y en el que pocas veces hay discordancia respecto al corredor campeón del mundo. Otra cosa es el de equipos.
Ahí el Repsol Honda está sufriendo lo que no está escrito para mantenerse con opciones. Es cierto que la temporada de Jorge Lorenzo está siendo pésima, pero las sustituciones de Stefan Bradl no han sido mucho mejores. Y si miramos al LCR, el equipo satélite, las actuaciones también están siendo las menos destacables de los últimos tiempos.
Y es en este punto donde surge el dilema. ¿Compensa tener la RC213V totalmente enfocada a las características de Márquez aunque los demás pilotos sean incapaces de conducirla? Para Honda seguro que sí, porque sus resultados como constructor van de la mano de los del mejor piloto, pero quizá para los equipos no tanto.
Además, en Honda tendrían que cuestionarse qué hubiese pasado si, por ejemplo, Márquez se hubiese lesionado en su brutal caída en Tailandia. Pues seguramente algo muy similar a lo que sucedió en Austin, donde Márquez se cayó yendo líder y Honda por tanto cosechó su peor resultado en los últimos 37 años.
Motegi es un circuito especial y tradicionalmente propicio para Honda. Además de ser la carrera de casa, o quizá por eso, las motos del ala dorada suelen ir muy bien en el Twin Ring. Hace solo un año, Márquez ganó la carrera pero Cal Crutchlow, con la Honda satélite, consiguió llegar en segunda posición, firmando un doblete que este año parece lejano.
Supreme skill in horrendous conditions, all with the #MotoGP championship at stake! 👏
— MotoGP™ 🇹🇭 (@MotoGP) October 13, 2019
We'll never forget the duel between @AndreaDovizioso and @marcmarquez93 at Motegi two years ago! ⚔️#JapaneseGP 🇯🇵 pic.twitter.com/6t7Mx8jl1h
En lo que llevamos de temporada Crutchlow no ha podido luchar por ninguna victoria y solo ha hecho dos podios que más bien fueron heredados por errores ajenos. Lorenzo va en franca involución y solo Takaaki Nakagami, en su segunda temporada en MotoGP, parece que está progresando respecto al año pasado. Y en breve podría sumarse otra voz autorizada como la de Johann Zarco, de quien en Honda esperan que sea un acicate para Lorenzo.
Lo que está claro es que, más allá de toda esta crisis subterránea, Honda vuelve a ser favorita para ganar en Japón. O mejor dicho, Marc Márquez. El piloto español llega ya sin ningún temor por el campeonato y con el único objetivo entre ceja y ceja de batir su propio récord de puntos en una temporada, que ostenta desde 2014.
Márquez ha ganado dos de los tres últimos Grandes Premios de Japón, y el otro, el de 2017, lo perdió en la última curva contra Andrea Dovizioso. Además, como venimos diciendo, el circuito es puro dominio de Honda en los últimos tiempos. También Dani Pedrosa ganó en tres ocasiones entre 2011 y 2015.
Todos los rivales tienen debilidades en Motegi
Lo que deja más evidente el favoritismo de Márquez son las dudas sobre sus hipotéticos rivales. Andrea Dovizioso, que ganó en Motegi en 2017 y se cayó yendo en cabeza el año pasado, parece que está perdiendo empuje a raíz limitación de la Ducati, que parece que ha encontrado su techo. Ya en Buriram, un circuito idóneo para la Desmosedici, ni se acercaron a la victoria.
Los grandes rivales de Márquez en las últimas carreras están siendo las Yamaha, pero precisamente éste no parece el mejor circuito para las motos de los diapasones. La última vez que una Yamaha se subió al podio en Japón fue allá por 2015, y el único top cinco que tienen en los últimos tres años fue el quinto puesto de Valentino Rossi el año pasado.
De todos modos, la mejora de Yamaha esta temporada respecto a las dos anteriores ha sido drástica, y también cuentan con un factor nuevo, el de Fabio Quartararo. El joven francés está cada vez más cerca de su primera victoria y a buen seguro hará todo lo posible para que sea en Motegi donde por fin la consiga.
A quienes no habría que descartar es a los pilotos de Suzuki, porque después de una carrera desfavorables las motos de Hamamatsu llegan a un circuito que les puede ir bien. La clave será que consigan clasificar arriba, lo que está siendo el punto débil de toda la temporada. Álex Rins será la baza principal, pero no pierdan de vista a un Joan Mir que está en un estado de forma excelente.
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