Fabio Quartararo fue una de las grandes sorpresas del Gran Premio de Indonesia de MotoGP. Cuando la lluvia torrencial comenzó a caer sobre el circuito de Mandalika parecía que el fin de semana se había fastidiado para un Quartararo que salía desde la pole position, pero nada más lejos de la realidad.
Quartararo realizó una soberbia carrera bajo la lluvia, de menos a más, hasta terminar en la segunda posición del podio. Incluso lamentó que la carrera se acortase en siete vueltas, porque muy poco a poco le estaba recuperando distancias a Miguel Oliveira. Fue su redención en la lluvia, que siempre le había sido adversa.
Quartararo remontó en agua y le mete puntos a Bagnaia, Márquez, Mir y Martín
Cuando comenzó la carrera parecía que iba a ser otra pesadilla para Quartararo. Arrancó bien, pero no tardó en empezar a perder posiciones. Le pasaron Oliveira y Jack Miller, y después llegaron Álex Rins y Johann Zarco. El campeón parecía ya estable en esa quinta posición, pero entonces ocurrió algo.
"Iba quinto y he necesitado tiempo para entender que podía ir más rápido y he visto un pequeño margen; aunque a veces piensas que estando en esa posición es un buen resultado, pero sentía que podía seguir progresando", explicaba Quartararo después de la carrera. Recuperó hasta el segundo puesto, pasando en pista a Rins, Zarco y Miller.
La clave fue el agarre del circuito. El nuevo asfalto de Mandalika demostró tener mucho grip incluso en condiciones tan extremas como las que les tocó vivir. Valga como prueba que en 20 vueltas de carrera solo hubo una caída, la de Jorge Martín, que pisó un río de agua en plena apurada de frenada. Pero nada más.
"Hacía mucho tiempo que no tenía estas sensaciones con la moto. El asfalto no estaba mal, pero creo que había cinco o seis zonas en la última curva en las que se había desprendido. Si las condiciones habituales son estas, van a tener que reasfaltar cada año", contaba Quartararo tras la carrera. Ese exceso de agarre fue oro para Yamaha.
No solo fue cosa de Quartararo, sino que también Franco Morbidelli y hasta Darryn Binder fueron muy competitivos. A Andrea Dovizioso apenas se le pudo ver porque se le paró la moto muy pronto. Pero el fin de semana de Quartararo fue brillante, y redondeado con un gran resultado en lluvia, que siempre había sido un punto débil.
"En 2020 y 2021 me costaba en la lluvia, en Le Mans el año pasado sí que lo conseguí, pero eran condiciones mixtas y estaba con neumáticos lisos. Aquí ha sido realmente en agua, he tenido buena adherencia y eso es lo que necesito", concluía el campeón. Parece que Yamaha no está tan muerta como indicaba Catar.
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