Se esperaba que Yamaha tuviese un inicio de temporada difícil en Losail, pero nadie podía esperar una hecatombe de este tamaño. En un feudo tradicional de la marca de los diapasones, la mejor Yamaha fue la de Fabio Quartararo, noveno. Y no hay ningún elemento extraño que lo justifique, fue por puro ritmo.
La Yamaha fue la peor moto tanto en carrera como en clasificación, y también se quedó a la cola de la tabla de velocidades puntas. Al terminar la carrera, un desesperado Fabio Quartararo contaba lo dolido que estaba por haber acabado noveno en un circuito en el que el año pasado Yamaha ganó las dos carreras.
Quartararo solo tuvo dos resultados peores que este, por caída y por lesión, en todo el 2021
La carrera de Yamaha fue un auténtico despropósito. Quartararo fue noveno, y eso que por delante se le habían caído Pecco Baganaia y Jorge Martín. Sus compañeros de marca tampoco fueron mucho más allá, con Franco Morbidelli undécimo, Andrea Dovizioso decimocuarto y Darryn Binder decimosexto.
"Sabiendo que ganamos las dos carreras aquí el año pasado, y que ahora estamos terminando muy atrás, por supuesto que estoy preocupado. Duele", decía un Quartararo al que ni siquiera le consolaba que sus grandes rivales por el título tampoco hayan sumado demasiados puntos. Y es que la situación en Yamaha es dramática.
Con Quartararo noveno, la Yamaha fue la peor moto de la carrera. Por delante acabaron la Honda, la KTM, la Aprilia, la Suzuki y las dos Ducati. El francés estuvo a punto de dejar atrás a la mejor Ducati Desmosedici GP22, pero Johann Zarco le fulminó por pura velocidad punta y le ganó por milésimas en recta.
Y es que la potencia de la Yamaha es paupérrima. La velocidad máxima de Quartararo fue de 348,3 km/h, mientras que la más alta la marcó la Suzuki de Joan Mir con 357,6. Que con un motor que también es cuatro en línea, la Suzuki esté marcando esas velocidades mete un poco más el dedo en la llaga de Yamaha.
La debacle de Yamaha también se hizo extensiva a la clasificación. Quartararo tuvo que pasar por la Q1, y se clasificó de puro milagro, gracias a una vuelta cancelada a Zarco. Aún así, en la Q2 Quartararo y Morbidelli tan solo pudieron ser undécimo y duodécimo, es decir, los dos últimos. Y, de nuevo, la peor moto.
"Esto era de esperar viendo el trabajo que han hecho los demás en invierno", decía un resignado Quartararo. Ahora el mundial va a Mandalika, donde el campeón tuvo buen ritmo, pero si ni en un circuito favorable como Losail la Yamaha ha ido bien, la temporada se puede hacer muy larga. Y la renovación sigue en el aire.
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