El pasado viernes, a unas horas de dar comienzo la celebración del séptimo título de Marc Márquez en Cervera (su localidad natal), el español copó titulares en periódicos deportivos y generalistas por la decisión de su club de fans de que el piloto no saliera a festejar su triunfo en el balcón del ayuntamiento de su pueblo.
¿El motivo? Desde el consistorio catalán se habían negado a retirar un cartel con alto contenido político. Si has llegado aquí y estás pensando que desde el club de fans de Márquez están muy comprometidos con la política, es justo lo contrario. Esta decisión se tomó con el fin de no mezclar política y deporte.
Marc Márquez despolitiza el deporte
La situación política que vive Cataluña es complicada con el conflicto independentista y desde el club de fans de Márquez no quisieron posicionarse en una fecha tan señalada para el 93 como es la celebración de su séptima corona de campeón del mundo. Razón por la que el catalán ha sido abiertamente criticado.
Marc Márquez no está obligado a dar su opinión sobre cuestiones políticas como el independentismo porque no tiene un cargo público ni se debe a unos votantes. El ilerdense es un chico de 25 años cuyo trabajo consiste en ser piloto de MotoGP y que por ello arrastra una horda de fans pero sigue teniendo derecho a no pronunciarse sobre temas que no vea apropiado opinar como es el caso de la política.
Márquez también tiene derecho a decidir cómo quiere celebrar su título y si quiere o no que haya símbolos con contenido político en esa celebración. De querer salir junto a ese cartel en el balcón del ayuntamiento estaría en todo su derecho y habría que respetárserlo pero si no quiere posar junto a él también.
Esta vez el 93 ha hecho especial hincapié en despolitizar el deporte y ha tomado la decisión de celebrar su título con sus vecinos en la plaza de Cervera y no salir al balcón junto a un cartel con contenido político. Márquez ha festejado su título y se ha apartado de la polémica asegurando que “prefiero invertir los 10 minutos de saludar desde el balcón estando entre la gente. Bastante lejos estoy ya en las carreras”.
El hecho de que Márquez no quisiera aparecer con ese cartel en el balcón es algo que no debió trascender por su nula importancia. Sin embargo ha sido una parte protagonista en la jornada del domingo en Cervera, lugar en que nació hace 25 años un niño que se está convirtiendo en toda una leyenda de MotoGP.
Está lejos de ser la única ocasión en la que el deporte y política han mezclado. El propio Márquez ya fue acusado por no sacar en sus celebraciones desde 2013 la bandera de España. El español declaró en 2017 tras la celebración de su sexto título que "la única bandera que me representanta es la del 93", la única bandera que pasea por los circuitos de todo el mundo alejándose de cualquier partidismo.
A día de hoy no necesita más bandera que la suya pero demuestra la importancia que tiene su tierra cuando al convertirse en campeón del mundo, ni más ni menos que por séptima vez, una de sus mayores ilusiones es pasear ese triunfo por el pueblo, rodeado de su gente, independientemente de su signo político.