Lo de este joven australiano ya empieza a ser más que casualidad. Se puede matizar que su Ducati corre mucho, y se puede culpar a los Michelin que no están permitiendo a otros pilotos presentarle batalla, pero nadie puede olvidarse que a la hora de la verdad, el que decide dar gas, apurar la frenada, abrir antes o después, es el que va encima de la moto. Y eso, Casey Stoner, lo está haciendo de maravilla esta temporada. Así que hay que quitarse el sombrero ante el australiano y, dicho sea de paso, felicitarle por lo que tras la prueba de Brno, es tres cuartas partes del título mundial.
Y sobre la carrera de hoy, pues muy poquita cosa que contar. A mí, personalmente, me ha parecido algo aburrida, pero ya se esperaba algo así, por lo menos por lo que a Stoner se refiere. Quizás destacar entre la monotonía la lucha entre Capirossi, Rossi y Vermeulen. Muy poca cosa más. Casey había demostrado un ritmo en los entrenamientos inalcanzable, y demasiadas vueltas le ha aguantado John Hopkins a su estela. El estadounidense, en una sensacional carrera, ha llevado su Suzuki a la segunda posición final, certificando el dominio de los Bridgestone. Y entre tanto Bridgestone, el espejismo de las Honda HRC oficiales. Un Nicky Hayden que vuelve al podium (y ya van tres en las últimas cuatro carreras), seguido de su compañero Dani Pedrosa, han sido las sorpresas agradables del Gran Premio, ya que han logrado meter sus motos calzadas con Michelin entre la manada de Bridgestones. Pero la distancia con la cabeza todavía es demasiado grande. Valentino Rossi, segundo en la general, ha acabado desquiciado en una triste 7ª posición, que le hace decir prácticamente adiós al título. Eso sí, destacar la meritoria actuación de un lesionado Toni Elías, que ha conseguido llevar su Honda hasta la 11ª posición con un pilotaje que para nada parecía condicionado por su reciente rotura del fémur. El otro español, Carlos Checa acabó 10º.
La séptima victoria de la temporada de Casey, y una ventaja sobre Valentino Rossi de 60 puntos a falta de 6 pruebas por disputarse, hace pensar que la proclamación del nuevo campeón del mundo está muy próxima. La única incógnita que parece quedar para esta temporada es cuándo Stoner se adjudicará matemáticamente el título.