Suena increíble, pero en un pueblo de Alaska, el precio del galón de gasolina ha alcanzado los 8,55 dólares por galón. Si hacemos la conversión a litros y euros nos sale que un galón son 3,78 litros que si lo dividimos entre los dólares sale a 2,26 dólares. Total 1,62 euros por litro. En el paraíso del consumo de los derivados del petróleo, ya pagan la gasolina más cara de lo que lo pagamos los europeos.
Vale que Alaska no sea el sitio del mundo con mejores redes de comunicación por carretera, y que ese precio seguramente lo haya alcanzado al sumarle los costos del transporte y esas cosas, pero es muy significativo. La escalada de los precios del petróleo nos va a acabar haciendo que cambiemos nuestros hábitos de transporte.
Puede que acabemos viendo los motores de gasolina convertidos en excentricidades para ricos que se puedan permitir el capricho de gastar su dinero en el combustible ¿O acabaremos todos como Mad Max buscando gasolina en medio del desierto? De momento vamos a empezar a rescatar del olvido los motores minúsculos y de bajo consumo y aparquemos las súper deportivas de más de 1000 cc o no llegaremos a fin de mes si salimos a dar una vuelta con la moto.
Vía | The Scooter Scoop