Imagínate ser hombre y que te prohíban subirte de paquete a una moto. Parece que en principio la medida no tiene mucho sentido, pero las autoridades lo justifican para "dar tranquilidad sobre todo a las mujeres".
Pues es la medida que Cartagena, el segundo destino turístico de Colombia, ha implantado y extendido para proteger a las mujeres contra los robos de móviles. Una curiosa y hasta surrealista medida que no solo castiga a los hombres, sino también a la economía y transportes locales.
El robo de bolsos y móviles, problemón
La prohibición de subir como hombre acompañante, paquete o, como dicen allí, "parrillero" en una moto no es algo nuevo, relativamente. La medida legislativa es un hecho en Cartagena (Colombia) desde hace muchos años. Sin embargo, la hemos conocido a través de las últimas informaciones en las que el consistorio local la ha ampliado a más barrios.
Cartagena de Indias es una ciudad colombiana de casi un millón de habitantes (912.552 concretamente). El área metropolitana alcanza los 1.288.490 habitantes, y al ser una ciudad altamente turística (hasta hace poco era la segunda del país), está llena de cacos que saquean a los turistas... Y a las mujeres especialmente.
El alcalde ha sacado un decreto que prohíbe subirse a hombres como paquetes en motos en 10 barrios de toda la ciudad, y a cualquier tipo de moto sin discriminación: motos de alta cilindrada, cuatrimotos, trimotos, ciclomotores, los 'motocarros' o taxis... Nada. Si eres de sexo masculino, no puedes subir.
La drástica medida viene de la alta cifra de robos en la ciudad. El alcalde lo justifica diciendo que "estamos muy tranquilos de verdad con este decreto que le va a dar tranquilidad sobre todo a las mujeres, las mujeres que a cada rato les roban los celulares".
Al parecer, la táctica de los ladrones consiste en cacos que, aprovechando la agilidad de ir de paquetes en la moto, tienen la habilidad de extender criminalmente el brazo hacia sus víctimas, robando a las víctimas bolsos y teléfonos, especialmente a mujeres. De ahí la justificación de la medida.
Algunos medios locales recalcan algunas quejas como que esta medida tiene dos efectos colaterales. El primero, que afecta a la economía de los mototaxis, un medio de transporte extremadamente habitual allí, y dos, que afecta a las personas que utilizan ese medio de transporte, impidiéndoles moverse.
Discriminatorio es porque deja a los hombres fuera de las motos, y encima los castiga con otros efectos como la falta de transporte o la pérdida de clientes en los taxis. La pregunta es si realmente está justificado con el hecho de intentar reducir los tirones de bolso y robos de teléfonos móviles a las mujeres.