Muchas veces escuchamos eso de que "el futuro ya está aquí", y qué gran verdad es cuando somos testigos en primera línea de algunos inventos que son una genialidad. El último de ellos viene directamente desde Japón, y es la solución para todos aquellos que pasen demasiado calor sobre la moto.
Y es que se trata de una bolsa de depósito con turboventilador que dispone de un mecanismo que hace circular al aire dentro de la prenda, y utilizando un material que aísla el aire. Desde luego que Japón vive muy adelantado en el tiempo.
Adiós al calor en moto en verano. La pena es que no ha llega a Europa
Los japoneses están a la vanguardia de muchas cosas (quizá no tanto de otras tantas, desde nuestro punto de vista), y lo que está claro es que cada vez que inventan algo, lo hacen con sentido común. A ellos se les acabó eso de pasar mucho calor cuando van en moto.
La curiosa idea llega desde una feria japonesa de motos. Komine es una de las marcas número uno en el país (algo similar a Alpinestars o Dainese en territorio europeo), y ha desarrollado una bolsa de tanque que enfría el cuerpo del motorista con un turboventilador.
Su construcción es discreta; se trata de una bolsa que ocupa el largo del depósito y en cuyo interior se encuentra un turboventilador conectado a una manguera que envíe al aire a la chaqueta o pantalón del piloto.
Su funcionamiento es tan simple como accionar el botón de encendido o apagado. La idea perfecta para atascos de tráfico o semáforos, cuando el calor del propulsor sube rápida pero inexorablemente, o en rutas largas y calurosas.
Pero, ¿cómo funciona ese turboventilador? Fácil, la bolsa se alimenta de la batería de 12 V de la moto, además de tener la posibilidad de conectarlo a una batería externa o 'powerbank'.
Cuánto enfría este peculiar invento es una de las preguntas recurrentes. Pues según dicen los propios japoneses, es capaz de enfriar más de 10 grados centígrados en tan solo unos segundos mientras el sol pega de lleno.
El kit viene con la bolsa de turboventilador, un arnés para amarrarlo al depósito, una manguera extensible y un cinturón de seguridad extra.
Y la pregunta estrella: ¿cuánto vale este invento? Pues sin ir más lejos, Komine lo ha puesto a la venta en Amazon en Japón por un precio de 8.600 yenes, que equivale a unos 55 euros. ¡No estaría nada mal verlo por nuestras tierras! Por estos pequeños inventos y mucho más, los japoneses no dejan de sorprendernos.