La carrera por impulsar los motores del futuro empezó hace unos cuantos años. A ella se han unido empresas de diversa índole con todo tipo de intereses y bajo todo tipo de fórmulas: propulsores eléctricos, de hidrógeno... Y ahora a la carrera se une un gran avance: la 'gasolina' creada con agua.
Lejos de ser una quimera o una promesa de esas que no acaban llegando nunca, investigadores de la Universidad de Cambridge han conseguido el hito para impulsar un motor que se podría aplicar a motos y coches indistintamente.
Es un hito: la primera vez que se crean sustancias químicas a través de energía solar
Que el futuro busca alternativas a los motores de combustión y la gasolina propiamente dicha es un hecho. Cuando cinco fabricantes como Honda, Suzuki, Yamaha, Kawasaki y Toyota se unen a una para crear motores de hidrógeno es que la cosa va muy en serio.
Así que una de las universidades más prestigiosas del mundo lleva años trabajando en silencio para aportar su granito de arena. Ese granito es un combustible solar que crea etanol y propanol en un solo paso químico a través de "hojas artificales". Existe, funciona y podría cambiar radicalmente las cosas.
Todo ello con el fin de aniquilar la dependencia de los combustibles fósiles y optar por combustibles sintéticos. En la Universidad de Cambridge los investigadores llevan trabajando años en intentar imitar el proceso de la fotosíntesis para aplicarlo al combustible. Es decir, el proceso por el cual las plantas obtienen su energía utilizando CO2 y agua.
Para recrear el proceso natural han explorado las "hojas artificiales". A través de ellas pueden recrear el proceso de la fotosíntesis, utilizando la energía solar para convertir el CO2, el agua y la luz solar en combustibles líquidos multicarbono como el etanol y el propanol.
Tienen cero emisiones netas de carbono, son renovables y no requieren tierras agrícolas para producir esas hojas (uno de los principales inconvenientes del etanol). Es la hoja la que produce directamente el etanol y propanol limpios sin necesidad de una producción intermedia de gas de síntesis. Y eso es un hito en el sentido más amplio de la palabra: es la primera vez que se producen sustancias químicas complejas a través de energía solar.
Ya saltó la noticia en 2022. Sin embargo, aquellas mismas hojas artificiales solo eran capaces de producir sustancias químicas sencillas como el gas de síntesis. Para hacerla limpia, práctica y eficiente debían de producir las sustancias químicas en un solo paso a través de luz solar, como han hecho ahora.
A grandes rasgos, y sin entrar en tecnicismos, utilizaron un catalizador a base de cobre y paladio con el que crearon una hoja artificial que produce sustancias químicas sin tener que producir syngas (mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono que se utiliza para producir combustibles).
¿Qué pasará? Es la pregunta que todos se hacen ahora. Por el momento nada. Es un paso que demuestra "lo que las hojas son capaces de hacer", pero dicen que "queda trabajo por hacer". Concretamente deben mejorar su rendimiento y optimizar los absorbedores de luz para mejorar la absorción de luz solar y del catalizador para una mayor conversión de la luz solar y asi poder industrializarlo.