Pasar la vida entre motos es el sueño de muchos de nosotros. A lo largo de los años por nuestras manos van pasando muchas monturas, y de todos los tipos además. Sin embargo, son muy pocos los que se animan a guardarlas y crear su propia colección.
Gérald Armand es uno de esos que se gastaba hasta el último euro en motos. A sus 67 años puede presumir de tener el garaje que todos soñamos. Japonesas e italianas que huelen a aceite quemado y gasolina, que recuerdan a una época lejana, y que ha convertido en su particular (y carísimo) tesoro.
Motos del mundial, de resistencia... Y hasta una con sabor español
Abarcar medio siglo de historia de las motos no es fácil, ni barato. Que se lo digan a Gérald, el parisino que lleva coleccionando y montando en moto desde que tiene uso de razón. Y eso son unas cuántas décadas a su espalda a sus 67 años.
Historias tiene por un tubo, casi tantas como sus motos. Una colección de más de más de 40 motos compuesta principalmente por modelos de dos tiempos de los años '70 y '80, de todo tipo de cilindradas y categorías. Hablamos de motos de resistencia, de nacionales, y hasta del mundial. Recientemente lo mostró todo a Motomag.
Gérald va recorriendo toda Europa con su camión, un viejo Renault rígido que aguarda una exposición móvil en la caja: "Ecurie Gérald Motors", dice a lo grande. Lo va aparcando en concentraciones, circuitos, eventos... Al abrir las puertas expone una decena de motos históricas, auténticas, sin modificar más allá de la restauración. Y cada modelo tiene su propia historieta.
Motos hay para aburrir, y para los amantes de las motos del siglo pasado es todo un éxtasis. Para hacernos una idea, tiene joyas únicas como la Yoshimura Suzuki GS1000 de 1980 de Wes Cooley, la Suzuki TR750 XR11 de Barry Sheene o incluso la ex Kenny Roberts Yamaha YZR500 OW53. Palabras mayores todas y cada una de ellas, y no, no son réplicas por si te lo preguntabas. Están en su estado original.
Quizá esas tres sean la joya de la corona, pero tiene muchas más. Por ejemplo, la Yamaha TZ750F con la que Patrick Pons ganó el mundial en el '79 y la mítica carrera yanqui Daytona 200. También tiene varias Honda y Yamaha 125GP del mundial.
Una de sus últimas adquisiciones tiene sabor mundialista, y también español. Es la Avintia CRT del equipo Avintia Blusens con la que Héctor Barberá corrió en 2013. Recordemos que aquella moto del piloto de Dos Aguas (Valencia), fue construida por el especialista Akira con piezas de una ZX-10RR del WSBK. La cosa no termina ahí, porque también compró las GP14 del piloto español y su compañero Mike Di Meglio.
Si el nivel de amor o fanatismo por las motos parecía exagerado, espera a saber que su colección no se limita a motos. El galo guarda más de 50.000 revistas de motos y otros 500 libros sobre las dos ruedas. Este hombre es un verdadero friki de las carreras. Y su colección vale tanto como su personalidad.