Y vaya por delante que seguramente la mayor parte de los moteros no lleguemos nunca a exprimir al 100% una moto deportiva por lo que decir que “se te queda pequeña” es, por lo menos, mentira. Pero supongamos que así es, que deberías estar compitiendo en alguna parte. Así la 600cc te parece muy divertida para dar gas a fondo sin preocuparse demasiado pero sientes que no hay chicha y la 1000cc que te compraste sólo te divirtió en las primeras tandas, ya no tiene nada nuevo con lo que sorprenderte. Para ti, diamante en bruto, tenemos esta Proton KRV-5 XM2, ¿te atreves?.
Pues por el módico precio de 220.000 euros podrás hacerte con éste modelo que disputó el Gran Premio de la Comunitat Valenciana en 2004. ¿La pega? Que por muy acostumbrado que estés al servicio de recambios de Aprilia – no se ofenda nadie – esto te parecerá un infierno. Ten en cuenta que no creo que eBay te pueda ayudar demasiado.
Pero seamos puristas. Una MotoGP es seguramente la máquina más excitante que puedas pilotar en tu vida pero hay algo aún más brutal; una GP500. Si eres de los clásicos, de los que echan de menos las motos humeantes, de los tradicionales que ven en el motor dos tiempos la máxima expresión de la competición ésta es tu moto. La KR-3 que condujo Nobby Aoki la podrás conseguir por un precio mucho menor al de la cuatro tiempos, unos 110.000 euros.
Estas dos joyas modestas de la competición están a la venta por un concesionario japonés aunque ahora mismo están en California. Si al final terminas por hacerte con una de ellas y también te la acabas, llama a Alberto Puig.
Vía | Visordown