Para los moteros de toma y daca la katana no se asocia a ese sable japonés (que también), sino más bien a la mítica moto de Suzuki. La icónica moto tiene aspecto radical y desde que salió en 1981 solo ha tenido dos tipos de público: los que la odian y los que la aman.
Para cambiar de opinión a unos o a otros, esta preparación que pasará a los anales de la historia de los preparadores: una Katana restomod que merece una atenta mirada. Y todo eso que ves, hasta hace unos meses no era más que chatarra de un accidente.
Una Suzuki Katana de pura cepa: preparada hasta los topes... Y todo era chatarra
Darren Begg ha sido el hombre que se ha ocupado de devolver a la vida a esta Katana que hasta hace un tiempo no era más que un amasijo de hierros inservibles. La siniestrada Katana ha sufrido todo tipo de cambios en carrocería, motor y chasis, pero sin perder el encanto original.
La moto es una joya, de las primeras hornadas de la moto, fecha de 1982. Aunque si no fuese por el número de chasis, probablemente poco o nada queda de su estado original.
Incluido el corazón de la moto de la GSX1100S Katana; un tetracilíndrico DOHC de cuatro válvulas por cilindro que ahora cubica 1.216 cc y hasta al que han modificado la culata, válvulas de acero inoxidable sobredimensionadas y una nueva ECU. Y para que suene bien, un sistema de escape Racefit de titanio.
El bastidor también fue objeto de manipulación: además de reforzar, se acopló un basculante reforzado de la Suzuki Bandit 1200. La parte ciclo se completa con unas horquillas invertidas Öhlins y unos potentes amortiguadores traseros.
Tampoco va descalza esta Katana, con unas llantas de aluminio ligero y unas ruedas que frenan unas pinzas Brembo hechas a medida, con atiguillos trenzados de acero inoxidable.
Y el arte final viene en la parte de diseño, porque ha sido capaz de asimilar la moto a su estado original, pero con gran parte de ella cambiada. El depósito es original, pero modificado, el carenado y las tapas lo son también, coronadas por un parabrisas de titanio traido de Japón.
Atrás destacan las aletas de fibra de carbono debajo del faro, también japonesas, y un vistoso guardabarros de fibra de carbono. Por detrás culmina un potente colín, junto con faros delanteros y traseros del preparador Unicorn Japan. Asiento a medida y un aspecto en general, muy limpio.
Unos últimos detalles como itnermitentes LED, puños, manetas e interruptores nuevos, cuadro de instrumentos renovado y una pintura muy amenazante con los logos de Katana esculpiods a mano con pintura. Impecable obra de arte.