Al pensar en Harley-Davidson solemos irnos inmediatamente a motos custom para hacer rutas a ritmo tranquilo, disfrutando del entorno, de la compañía y de unas motos con carácter, pero no siempre fue así.
Hubo un tiempo en el que Harley-Davidson era sinónimo de velocidad. En los albores del motociclismo fue la firma de Milwaukee la encargada de enarbola el estandarte de los récords, del espíritu deportivo y de la búsqueda más allá de los límites. Han pasado más de 100 años, pero ahora esta Harley-Davidson 11K Board Tracker ha vuelto con toda su gloria para ponerse a la venta.
Una moto de 113 años que superará los 60.000 dólares
Esta moto de aspecto endeble y vestida completamente de naranja no es una KTM, es toda una Harley-Davidson 11K pionera en el loco mundo de principios del siglo XX cuando el ser humano empezó a aficionarse a ver cómo de rápido podría ir sobre sus invenciones mecánicas.
Pese a que la marca americana no apoyó de manera oficial estos intentos por crear las motos más rápidos durante una década entre 1904 y 1914, la compañía captó de la competencia al diseñador Bill Ottoway para encargarle la creación de la Harley-Davidson más rápida que jamás se hubiera creado.
Durante aquel año 1914 Ottoway ingenió una motocicleta cuyo único propósito era la velocidad. La 11K se construyó en tubo de acero alrededor de un poderoso motor bicilíndrico en uve a 45º refrigerado por aire de 1.000 cc (999,6 cc para ser exactos). Sobre el propulsor un largo depósito y por lo demás hay poco que contar: una escueta suspensión delantera y nada de frenos.
Esta unidad en concreto es de 1915 y que se encuentra en Argentina ha sido absolutamente restaurada. Pieza a pieza ha sido desmantelada y reconstruida, desde las culatas hasta los cilindros con piezas que se crearon específicamente para este modelo de 1915. Ojo, que han pasado 113 años así que lo de encontrar recambios ha tenido que ser tirando de buenos contactos.
Por otra parte, tanto el chasis como el depósito han sido reconstruidos siguiendo las cotas originales del modelo, y para el trabajo de pintura se ha recurrido a una reproducción exacta de otra Harley-Davidson 11K que reposa en un museo.
Esta unidad con número de serie 1157K y que se llevó el galardón como la mejor moto del Concourse d'Elegance de Greenwich en 2017 va a ser subastada a finales de agosto a través de Mecum. Si quieres hacerte con una pieza de historia digna de aquella época en la que los motoristas sólo pensaban en ir cada vez más rápido tendrás que desembolsar un precio que se prevé entre 50.000 y 60.000 dólares.
Hace casi 10 años, en noviembre de 2009, una Harley-Davidson 11K también de 1915 y también restaurada fue subastada por 58.500 dólares.