La semana pasada hablábamos del Batpod que aparecerá el la próxima entrega de Batman pilotado por Catwoman, hoy vamos a ver con un poco más detalle las peripecias que han tenido que afrontar los creadores de las motos que aparecen en la película El sicario de Dios (The priest) Esta película fue estrenada en la primavera de este año, y me parece que pasó con más pena que gloria por las salas españolas. Quizá tanto vampiro ya empiece a aburrir.
Dejemos a un lado las consideraciones sobre la película y centrémonos en las motos que aparecen en ella. Unas motos futuristas con una gran turbina que domina la silueta de la moto y que separa las ruedas de su posición habitual para situarlas mucho más alejadas. El diseño afecta también a la posición del conductor, en definitiva uno de esos desafíos que tanto gusta a los creativos de las empresas que se dedican a fabricar vehículos para el cine. En este caso las empresas encargadas de la fabricación de las seis motos que aparecen en la película han sido Cinema Vehicle Services y Ghostlight Industries.
Con estas premisas se pusieron manos a la obra partiendo de una Suzuki Gladius a la que se le instaló un basculante extra-largo. Lo siguiente fue transformar la parte delantera con otro basculante extra-largo y un sistema de dirección integrado en el buje de la rueda. Por último, y para conseguir una posición de conducción mucho más baja y "acostada" sobre la moto, cambiaron de posición el depósito, situándolo debajo del asiento en el hueco que habilita la nueva suspensión trasera. Una vez conseguida la transformación de la moto, tocaba el siguiente paso, consistente en maquillarla y añadirle todos los volúmenes de la falsa turbina y los carenados envolventes de todo el conjunto. Por último y tras pasar por el departamento de pintura le instalaron todas las armas y accesorios que la acaban de transformar en una moto para cazar vampiros.
Dicho así parece todo fácil, pero les llevó seis semanas fabricar las motos y tenerlas listas para el rodaje de la película. Entre los rumores que rodean este tipo de trabajos se comenta que las motos son perfectamente conducibles y legales para circular en la calle. ¿Veremos alguna circulando por ahí? Aunque con semejante distancia entre ejes no me las imagino curveando en una carretera de montaña.
Vía | The return of the cafe racers En Blog de Cine | El Sicario de Dios