La moto que nació de una partida de mus y se convirtió en icono de España. Así es cómo el Vespino conquistó el mundo con 3 CV

La moto que nació de una partida de mus y se convirtió en icono de España. Así es cómo el Vespino conquistó el mundo con 3 CV
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El Vespino, ese ciclomotor ídolo de masas que movió a toda una generación durante décadas, y que todavía sigue haciéndolo donde las ZBE aún no han entrado en vigor.

Hacer historia son palabras mayores. Y aunque hay muchas percepciones diferentes, para muchos, el Vespino fue historia. El cómo nació es otra historia diferente; es cosa de un salmantino y una partida de mus en un bar madrileño.

Todos querían (y quieren, todavía) al Vespino

Los genios detrás de ciertas invenciones que han marcado nuestra vida pasan desapercibidos en muchas ocasiones, tristemente. Uno de esos nombres es el de Vicente Carranza, el inventor salmantino que dio vida al Vespino. Sin duda, la moto española más popular por encima de cualquier otra (aunque aquí puede haber debate y sentimientos encontrados).

Sea como fuere, este salmantino terminó estudiando ingeniería en Béjar. Y naturalmente, un día esos estudios llegaron a su fin, y con ellos, el momento de volar del nido. Madrid sería el lugar donde terminaría Vicente. Entonces, él y sus colegas se apuntaron a un curso de automóviles.

Casualidades de la vida, el café y el mus eran casi obligatorios en una época en la que los móviles no eran móviles. Y casualmente, como recoge La Gaceta, uno de los hombres con los que jugaba al mus en estos parones durante sus estudios, era el jefe de Producción de Moto Vespa. Acabáramos.

Vespino 1 2024

Total, que Carranza debió hacer buenas migas con aquel hombre, y recaló en la Oficina de Proyectos de Motovespa. Las cosas no estaban para tirar cohetes; muchas manos y horas bajas. Necesitaban algo que lo petase... Por ejemplo, un Vespino.

Carranza tenía algo entre manos. Era una idea que hace unos años tuvo un tío suyo, Juan Antonio Hernández Núñez, capitán del Cuerpo de Ingenieros. Era el CEYC de los años '20, un vehículo de dos tiempos muy ligero. Era tan sencillo que era pasmoso, así que intentaron encajar un motor así en varios aparatos: desde un cortacésped hasta un motocultor. Pero necesitaban un ciclomotor. El Vespino.

¿Y por qué Vespino? Porque el punto de partida era la Vespa, con su manillar de aluminio, chasis con cuna abierta... "Yo soy de pueblo. Queríamos un ciclomotor para el sector de mercado más amplio posible. Un medio de transporte económico que tuviera la máxima aceptación". Y así nació.

Él fue la cabeza detrás de todo el proyecto; desde adaptar el motor de la Vespa al Vespino hasta la transmisión por cambio automático continuo por variador centrífugo que luego todos "copiarían" con leves cambios, aunque él fuese el inventor.

Vespino 3 2024

En tiempo récord, tres años, el Vespino estaba listo para su producción, y el 19 de febrero de 1968 salía al mercado el primer modelo. A un precio de risa y mantenimiento que cualquiera podía hacer, el Vespino empezaría a hacer historia desde bien pronto.

No sólo triunfó en España. En tres años ya habían producido la friolera de 55.000 Vespinos y salido de la fábrica madrileña con destino Inglaterra, Alemania o Francia, entre otros muchos países. En 30 años de fabricación la cifra subió a los 1.800.000 de unidades fabricadas. Como todo lo bueno, tiene un fin. En el 2000 se dejó de producir y las últimas unidades llegaron para pizzeros y repartidores de Correos. Ahora sobreviven como joya de culto triplicando el precio que costaban.

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