El otoño es una época propicia para realizar viajes en moto antes de que el invierno llegue con sus precipitaciones y heladas. Por eso, muchas personas aprovechan para realizar las últimas rutas largas del año disfrutando de su vehículo de dos ruedas pero ¿sabes qué cosas debes llevar en tu moto y cómo cargarla para no sufrir percances en tu recorrido?
Si eres un conductor nobel o simplemente quieres enterarte si lo que llevas haciendo toda tu vida está bien o está mal, nosotros con la ayuda de AMV hemos creado una pequeña lista para saberlo. En ella te hablaremos desde los documentos más importantes que deben estar presentes hasta los tipos de maleteros que pueden cargar una moto.
Documentación y herramientas, tus grandes aliados
Los viajes en moto son una forma de escapar del ajetreado día a día laboral y de las prisas de la zona centro. Una manera de desconectar que muchos aprovechan para descubrir nuevas localizaciones y recorridos donde los paisajes ganen la batalla a los gigantescos edificios de las grandes urbes.
Sin embargo, para realizar viajes sin que nada nos estropee la experiencia debemos tener claro las cosas imprescindible que debemos llevar en la moto. Para ello hemos creado una pequeña lista de consejos donde no dejaremos ningún detalle al azar.
Para empezar, os hablaremos de los papeles. Siempre que salgamos de viaje con nuestra moto debemos llevar encima la documentación original de nuestra moto. En ella aparecerán los datos más importantes del vehículo como las presiones de las ruedas o el tipo de carga que puede llevar. Factores de lo más importante que más adelante explicaremos.
Como advertencia amiga, a parte de la documentación original, os aconsejamos que llevéis una copia compulsada por si la primera se os pierde o acaba destruida en un día de lluvia (nota práctica: llevarla siempre en funda de plástico). Además, si estáis dados de alta en la aplicación de miDGT podréis guardarla en la nube.
El carnet de conducir junto con los papeles de la moto es otro de los imprescindibles que debemos llevar encima. Con él demostramos tanto en nuestro país como los que están dentro de la Unión Europea que disponemos de los conocimientos básicos para viajar con un vehículo de dos ruedas. Fuera de las fronteras europeas o del Espacio Económico Europeo (Islandia, Liechtenstein y Noruega), es necesario obtener y llevar contigo el Permiso Internacional.
El Permiso Internacional no tiene validez por sí mismo, por lo que siempre deberá de ir acompañado de tu permiso español en vigor. Este permiso es aceptado en prácticamente todos los países del mundo, pero si no sabes si el documento te servirá donde vas a viajar, la DGT nos deja una web donde poder consultarlo. El Permiso Internacional tiene validez para todo un año.
Otro de los documentos importantes que debemos llevar en la maleta (o en el smartphone) es una copia del resguardo del seguro. Pese a que no es un requisito obligatorio en nuestro país porque los agentes de la autoridad pueden comprobarlo telemáticamente, sí que lo puede ser si nuestra intención es salir al extranjero.
En esos casos la aseguradora AMV nos aconseja informarnos sobre si necesitamos solicitar el Certificado Internacional de Seguro (la antigua Carta Verde) o contratar un seguro especial de frontera.
Una vez tengamos localizados los papeles y los hayamos guardado a buen recaudo, pasamos al kit de herramientas básico. Este kit nos salvará de llamar a una grúa en caso de avería y podría suponer la diferencia entre volvernos antes de tiempo o poder continuar con nuestra marcha.
Entre las herramientas básicas no deberían faltarnos unos destornilladores, una pinza de presión, alicates o repara pinchazos. Además, si tenemos sitio de sobra un pequeño arrancador de baterías, bujías, cinta adhesiva, fusibles o aceite para la cadena no serían tampoco descartables. No obstante, antes de emprender un viaje deberíamos haber comprobado que nuestra montura está en perfectas condiciones comprobando diferentes elementos como el aceite, los filtros o el sistema eléctrico entre otros.
Junto al kit de herramientas también sería aconsejable llevar un botiquín de primeros auxilios que contenga gasas, esparadrapo, tiritas, tijeras y productos desinfectantes que nos ayuden en un primer momento ante una caída leve en la que podamos producirnos heridas superficiales.
Además del botiquín es importante mantenernos hidratados, por lo que os aconsejamos que llevéis una botella de agua o un Camelbak con el que podáis ir bebiendo mientras estáis en ruta. Dependiendo del viaje que vayamos a realizar, también sería recomendable llevar barritas energéticas o fruta para ir reponiendo fuerzas durante el camino. Eso sí, queda terminantemente prohibido beber alcohol o realizar comidas copiosas antes de viajar.
Complementa tu moto con el equipamiento adecuado
Ahora que ya sabemos todo esto pasaremos a explicaros cómo equipar una moto para poder cargar con casi cualquier cosa. En el mercado existen diferentes productos que se pueden ajustar mejor o peor en función de vuestras necesidades pero básicamente las podemos reducir en cuatro opciones:
- Alforjas: Son bolsas que se colocan en los laterales de la moto enganchadas debajo del subchasis, en la aleta trasera o en las estriberas. Normalmente están fabricadas en cordura o cuero, pero también existen alforjas de materiales impermeables. Tamaño normalmente entre 20 y 60 litros.
- Bolsas blandas: Puede haberlas de varios tipos, sobredepósito o sobresillín. Al igual que las alforjas, pueden estar constituidas de varios materiales predominando la cordura con tejido impermeable. Estas pueden aumentar la capacidad entre 10 y 20 litros.
- Maletas: Las maletas son muy parecidas a las alforjas, lo que cambia es el material del que está hecho, siendo normalmente de tipo rígido. Su disposición en la moto es la misma, fijándose al vehículo por debajo del subchasis o en la aleta trasera. Con ello podemos cargar un extra de entre 20 a 50 litros.
- Baúles: Es un accesorio similar a una maleta, que se acopla a la parte trasera de la moto por medio de fijaciones. Va siempre en la parte trasera de la moto, necesitando un soporte específico o una base universal sobre la parrilla de la moto para poder acoplarlo. Pese a lo que pueda parecer no está pensado para transportar grandes cargas, sino que su misión es guardar objetos de gran volumen pero de escaso peso, en especial cascos, guantes y otras prendas. La capacidad medía puede ir desde los 25 hasta los 50 litros.
Todas son buenas opciones siempre y cuando no afecte a la aerodinámica de la moto o a su seguridad. No obstante siempre que vayáis a acoplar este tipo de objetos, tenéis que tener en cuenta las capacidades que tiene vuestra montura.
Para ello basta con consultar la ficha técnica del vehículo. Así podréis comprobar, por ejemplo, cuanta carga puede soportar para no poner en peligro vuestras vidas. Y es que sobrepasar el peso permitido o colocarlo de manera que sus masas varíen en función de la curva tomada, puede acabar con vuestros huesos en la carretera.
Una vez montado en nuestro vehículo y con la moto cargada, se recomienda pasar por un servicio oficial o taller de confianza para que sus profesionales puedan revisar tanto las presiones de los neumáticos como los ajustes de las suspensiones, comprobando con ello que todo funciona como debería y no pone en riesgo vuestra vida.
Si todo está correcto podréis emprender vuestra marcha cuando queráis. Eso sí, antes deberéis poneros el material adecuado para montar en moto, aunque esto lo dejaremos para otra ocasión.