Hay gente muy ducha en cuanto a mecánica y que son capaces ellos mismos de hacer el mantenimiento de su moto como quien mete un plato a calentar al microondas. Luego hay otros que más o menos saben por donde van los tiros y son capaces de hacer cosas sencillas. Por último están los que prefieren que un taller se encargue de ello para evitar problemas o similares. Pero lo peor de todo es cuando crees saber...
Puede que no sea exactamente lo que le ocurrió a el protagonista del vídeo e igual es un mecánico increíble pero, al menos, la impresión que da es otra. Y es que imaginaros por un momento que vais circulando con una moto y, de repente al llegar a una rotonda, notáis que no tenéis freno delantero. ¿Da miedo sólo con pensarlo, verdad? Pues en vídeo da todavía más miedo.
Tras pericia y suerte a partes iguales, el conductor de la GPZ es capaz de evitar lo que casi con toda seguridad habría sido una terrible caída. Para aquellos que piensen que no lo hizo bien, que se paren por un momento y se pongan en situación de que cuando vayan a frenar no puedan.
El asombro se juntaría a la vez con el pánico y esos segundos se traducen en muchos metros hasta ser capaz de reaccionar correctamente. Y más si tenemos en cuenta que el 90% de los motoristas no usan correctamente los frenos, es decir, freno trasero en primer lugar y luego incorporando el delantero.
Cuando consigue parar por segunda vez (contra los tablones de madera y de una forma que no ha debido hacer gracia a las horquillas), comprueba que literalmente tiene la pinza colgando después de haber perdido los dos tornillos. ¿A qué es debido esto? Pues a algo tan sencillo como un par de apriete incorrecto después de que el día anterior hubiese estado trasteando con ellos.
Lo mejor que el hombre se lo ha tomado con humor, tanto a la vista del montaje del vídeo como el de la segunda parte en la que explica a qué se debió el error.
Aun así, moraleja: Ay Manolete, Manolete, si no sabes torear...
Vía | Forocoches