Dentro de cada marca tenemos un mundo de opciones a elegir. Monturas diferentes que más o menos abarcan todas las necesidades posibles para los distintos perfiles de usuarios, pero algunas también están enfrascadas en la gesta de dominar la competición en el Campeonato del Mundo de MotoGP.
Honda es la fábrica más poderosa a nivel mundial y cuenta con un equipo de competición de primer nivel liderado por Marc Márquez y Dani Pedrosa. Precisamente los dos pilotos oficiales de HRC nos van a contar cuáles son las mayores diferencias entre tres motos muy distintas: la Honda RC213V de MotoGP, la Honda CBR1000RR SP2 de calle y orientada al WSBK y el pequeño scooter Honda NSC50R con el que los pilotos y sus equipos se mueven por el paddock de los GGPP.
La transferencia de tecnología como motivación para las carreras
Tres modelos muy distintos que en cierto modo se tocan en lo que a transferencia de tecnología se refiere y en lo que Honda es especialista. El laboratorio de pruebas de MotoGP es una fuente de experimentación donde los ingenieros de HRC desarrollan nuevas soluciones, materiales y procesos de fabricación que al final acaban por transferirse al resto de la gama.
El software es quizá el punto más exportable entre la élite del motociclismo de MotoGP y los modelos de producción, donde la Fireblade recoge los últimos avances visibles en elaborados controles de tracción y gestiones del motor. En última instancia y de manera más modesta, los scooter acaban por influenciarse por estos avances y la inyección electrónica PGM-FI es ya una seña de identidad en todos los productos del ala dorada.